1. Una fabulosa primera vez en el auto


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Esta mujer es de verdad especial, sus ojos marrones son inocentes, pero profundos. La sangre que corre por sus venas es de medio oriente, su piel parece una porcelana inmaculada y suave, su boca son dos botones de jazmín abombados, perfectamente dibujados, frescos, caderas curvas perfectas para recorrerlas con manos hábiles, su pecho es abundante, los cabellos son barrotes obscuros en los que me encierro voluntariamente cuando se monta sobre mi, de frente, para brindarme sus frescos labios afrutados en un beso y mordidas. El deseo me ha poseido, me he dominado pues al conocer su condición me di a la tarea de brindar mis cuidados. El hambre es voraz, se posesiona de mi. Recuerdo perfecto la primera vez, estabamos en el auto, yo estaba en el asiento del copiloto y las risas nerviosas de ambos se fueron silenciando, su mano estaba cerca de la mía. La sonrisa se congelo y los ojos cruzados se empezaron a unir como eslabones de cadenas, ¿Te ha pasado?, la invitación a un beso asi, no se puede describir de otro modo. Mi mano se poso sobre la suya, y con la otra mano deslice apenas mis dedos en su suave rostro, sobre el primer contacto un rayo electrico me recorrio entero, su rostro se estremecio y se convirtio en un durazno maduro, yo mismo mute, me converti en algo completamente inmenso, por una simple caricia, me converti en un conductor perfecto, hasta el aire de nuestro rededor se puso a mi servicio. Ella, contuvo la respiración y sus ojos coronados de preciosas pestañas se ...
    ... cerraron para ceder a mi, una hoja en blanco, una mujer a mi disposición para iniciarla en las artes amatorias, alumna tenaz. Ese beso, un roce ligero, el aroma de su respiración que comenzaba a ser agitada, mis dedos cayendo en caricias sobre su cuello precioso, suavemente hasta su espalda bien cubierta por ropas, los besos comenzando con sus bailes, los dientes entregandose a la blanda tensión, sediendo la carne, la lengua, la lengua recorriendo sin prisa, como si llevará control del tiempo tambien. Pegue su cuerpo contra mi pecho, sus senos hermosos se presionaron contra mi, su cintura me acogio en un abrazo, el relampago se convirtio en un rápido fuego incrementado a cada vez por las respiraciones humedas, como dos animales, mi mano se poso sobre su pierna y sus ojos se clavaron en los mios, *¿Qué pasa? dije para mis adentros. Su mirada fue aprobatoria, un grito, más que eso, un grito. adelante, continue mi camino, su piel estaba humeda, el camino desde la rodilla hasta sus braguitas me parecio eterno, endureció mi erección, mucho, mucho más, pero fue justo cuando senti la humedad de su entre pierna lo que me hizo salirme de mis cabales. Mordio su boca, estabamos en plena via publica, mi mano sobre su pubis, tocando por primera vez ese clitoris que desconocia el tacto de un varón. Acaricie con suavidad, jurandole en mis adentros que tendrá el mayor placer sexual que cualquiera pudiera brindar. En estas epocas no se puede jactar uno de eso como un farol lujo, lo puede ...
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