1. La quimica entre mi profe y yo :$


    Fecha: 09/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Primera Vez Autor: Cazamaduritas, Fuente: xHamster

    Yo tenía una profesora que me hacía química, a quien desde que entraba a la sala de clases quedaba mirando con apetito voraz por su tremendo trasero.Intercambiando correos con ella, de forma muy indirecta le di a entender que quería una cita. Ante mi asombro, ella aceptó. Quedamos para juntarnos en el restaurante de la esquina a la noche.En mis fantasías me imaginaba bajo ella, abriéndole las piernas, echando su culo hacia delante y penetrándolo, exponiendo la mercadería. Esa posición para mí era brutal. Estaba ansioso por tenerla así.Su mirada comunicaba deseo. Esto me hizo poder respirar y darme cuenta de lo mucho que quería precipitarme a su boca y besarla con locura. Me hacía insinuaciones, diablos, tuve una paciencia infinita para no arrojarme sobre ella en ese instante. Ella confirmó mis sospechas al confesarme:—Sé que eres mi alumno pero te diré algo: me gustas.Me daba miradas fogosas y se mordía el labio. En el silencio de la noche giró la llave y abrió la puerta. Ingresamos al apartamento, encendió una luz. ¿Quieres comer algo?, me preguntó. Negué con la cabeza enseguida. No me había dicho para qué me traía y yo ya lo sabía. “Sólo vamos al asunto”, pensé. Me señaló con su mirada la puerta abierta a la habitación, que invitaba a entrar y se fue por el pasillo. Cada vez más ansioso fui a su dormitorio y salté a la cama.Al rato entró, y se puso a registrar un ropero a un lado. Aproveché de mirarle el culo; redondo y cautivador. Se le remarcaba el calzón, era blanco. ...
    ... Con discreción, sobre la cama me llevé la mano bajo el pantalón, masajeándome. La profesora volteó, exhibiendo conjuntos de lencería negra en sus manos, y me preguntó:—¿Cuál de éstos te gusta más?Me mordí el labio. “Ambos”, respondí. Entonces dejó un conjunto en el suelo y empezó a cambiarse ahí mismo. Estaba en el cielo, qué placer. Bajaba su ropa interior por el pronunciado muslo, se quitaba el sostén de espaldas, para incitarme, y se lo cambiaba por el modelo negro, cubriendo sus redondos pechos. Se dio vuelta, la contemplé; mi profesora, casi desnuda, con el conjunto de lencería. Las ropas con que me dio clases ahora en el suelo; y sucedió, se acercó lentamente a mí como una gata.La besé con pasión sintiendo mi miembro erecto. Deslizaba mi mano por la capa de su sostén, frotando el diseño, y descubrí sus pechos; la dulce ternura de su armonía quedó en mis manos, suaves como piel de bebé. La tomé por la cintura para subirla hasta quedar al punto de sus pechos y succioné excitado. Mi pene estaba erguido como una vara; captado por su atención, ella comenzó a bajar de forma sensual y sus labios llegaron hasta mi miembro. Abrió la boca y sentí una deliciosa tensión en el cuerpo, entonces empezó a chupar con fuerza masturbándome con ella. Puse mis manos en su cabeza y miré al techo, extasiado; levanté los pies, introduje mi pene por su garganta dando gemidos de placer.Al correrme observé mis fluidos seminales cayendo por la comisura de su boca. Con su cabeza tomada, volví a ...
«123»