1. Doña Rocío, la sirvienta. Tercera parte.


    Fecha: 01/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    ... deslizaron para masajear su cuello, y, acto seguido, su mano se tornó más suave y menos brusca. Bajó el ritmo, y sus dedos comenzaron a jugar con mi polla. Parece que ahora ella también disfrutaba del momento. Bajé suavemente, por la espalda, subiendo de nuevo para acariciar su nuca, metiendo los dedos entre su pelo. La miré, y tenía los ojos cerrados, mientras sus dedos seguían jugando con mi pene, que estaba tan caliente, que goteaba humedad por la punta.Mis dedos acariciaron el lóbulo de su oreja, bajando por el lateral de su cuello, y ella lo giró levemente de lado por el placer de sentirles sobre esa piel tan suave. Era un momento tan intenso. Ambos respirando y tratándonos con suavidad.Agarró mi miembro, y comenzó a subir y bajar su mano muy lentamente, provocando en mí respiraciones más intensas. Sin darme cuenta, mi mano fue bajando por su pecho, acariciando por encima de la camisola la parte superior de su músculo pectoral. Al ver que ella no oponía resistencia, fui bajando poco a poco, y mis dedos rozaban con suavidad el borde superior del sujetador, dejándome ella tocar la parte alta de sus tetas. Continuaba con los cerrados, y su mano llevaba un ritmo lento y delicado sobre mi falo.Era maravilloso poder sentir ese borde de su prenda interior. Fui desplazando poco a poco la yema de mis dedos hacia su escote, y mis dedos chocaron contra un botón de su camisola. Entonces ella levantó su brazo izquierdo por encima de mi brazo, y en un suave gesto, con los ojos ...
    ... cerrados, desabotono la parte superior de su camisola, dando paso para mis dedos pudieran tocar la piel de su escote, y la dulce y delicada piel que asomaba por encima del sujetador.Su mano bajó el ritmo, y sus dedos recorrían mi miembro al ritmo que yo acariciaba la piel de su escote. Su mano izquierda pasó por debajo de mi brazo, y acabó de desabotonar su camisola. Yo miraba, y ella continuaba con sus ojos cerrados. La camisola se abrió, y pude ver un sujetador color blanco y unos pechos inmensos tapados por esa prenda. Mi polla dio un pequeño latido ante tan maravillosa vista. Introduje un poco mis dedos por dentro del sujetador, acariciando su pecho izquierdo, pero la tensión de la tela no daba más paso, así que los saqué, y delicadamente pasé mi mano por encima de sus pechos, sintiendo esa tela maravillosa que los cubría. Mi mano llegó a una zona donde se notaba una parte de su piel más dura. Era la primera vez que acariciaba un pezón, y qué mejor manera que comenzar con aquella maravillosa mujer. Al sentir como se lo surcaba con mis dedos, ella suspiró ligeramente.Su reacción provocó en mí un descontrol, y polla comenzó a latir con fuerza, no pudiendo retener más el orgasmo. Disfrutando, pero a la vez contrariado por no haber podido alargar más ese maravilloso instante. Aún con la mano en su pecho, mi miembro seguí latiendo entre su deliciosa mano, y soltando apenas unas gotas de semen sobre mi cuerpo.Ella se incorporó, dejando ver esos maravillosos pechos cubiertos por su ...