mi suegra pollerona - Relatos Eróticos

mi suegra pollerona

Soy de Cochabamba-Bolivia, y me cojo a mi suegra, una chola de 65 años.
A principios de este año asistí con mi esposa al matrimonio de un pariente en donde había bastante bebida y buena música. Allí estaban mis suegros y compartimos con ellos mayormente; saque a mi suegra a bailar un par de veces y debido a que había mucha gente, la pista quedaba chica y debíamos bailar algo apretujados. Al cambiar de lado o al hacerla girar rozaba sus senos y ella solo me miraba de reojo con una leve sonrisa.  Cuando retornamos a la mesa, mi suegra se sentó a mi lado y comenzamos a beber con el resto de la familia. Envalentonado por la bebida me anime a rozar su pierna con mi rodilla levantando y bajando varias veces mi pie mirándola de reojo y esperando cual seria su reacción. Ella giro su cabeza y me pregunto si sentía frio, le dije que no y creí que alejaría su pierna, pero, disimuladamente la apego mas a mi y a ratos me daba pequeños toquecitos con su rodilla. Esperaba algún baile donde podía tomarle de las manos y hacerle caricias con mis pulgares o con el dedo del medio acariciar su palma, ella solo me miraba disimulando su sonrisa y acercando su rostro al mío me decía al oído que me tranquilizara . 
Llegó la hora de retornar a nuestras casas y mi cuñado se ofreció a llevarnos, pero primero dejaríamos a mis suegros en su casa. Su auto era pequeño, así que para que entremos ...

... todos algunos debían ir en las rodillas de los sentados. Mi esposa se acomodo sobre mi y mi cuñada adelante entre su marido y su hermano. Mi suegra quedo entre su marido y yo en el asiento trasero. Mi esposa se acomodo de manera que daba la espalda a su madre, mi suegro se durmió casi de inmediato y aprovechando esta situación me anime a agarrar la mano de mi suegra y ella luego de mirar a su marido giro su mano y abrió sus dedos para entrelazarlos con los míos. Mi corazones latía a mil y muchos pensamientos cruzaban mi cabeza, pero pudo mas mi calentura y soltando su mano acaricie su seno derecho por encima de su blusa, al principio suavemente y asegurándome que los de adelante no podían ver nada por el retrovisor porque la cabeza de mi cuñada no lo permitía, comencé a amasarlo apretando y soltando. Ella miraba a su marido y adelante nerviosamente, y moviendo sus labios me daba a entender que no siga, pero no hacia nada por retirar mi mano y me decía eres malo. 
La voz de mi cuñada diciendo que ya habíamos llegado me hizo retirar mi mano rápidamente y moviendo mis labios en silencio le decía a mi suegra "mañana", y ella antes de bajar se despedía diciendo en quechua "k´aya kama waway" (hasta mañana hijo).
Esa noche le hice a el amor a mi esposa pensando en mi suegra y termine dos veces.
La continuacion muy pronto, saludos a los "suegra much´as" (besa suegras).