1. EL CONSERJE DE MI ESCUELA


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tanga bien me bajé un poco el pans que traía puesto y me agaché un poco, al ver que se me cayó una pinza para el cabello me agaché bien y al voltear hacia atrás estaba el conserje de espaldas a mi al otro lado del espejo y me asusté, del susto ni me subí el pans quedando con las piernas al descubierto, y Don Beto, que asi se llama el conserje, una persona de España, que por malos movimientos financieros en su país quedó en la ruina, como de mi estatura, un poco gordito, intachable y de unos 55 años de edad, se avergonzó mucho y me respondió:
    
    -Disculpeme señorita, no sabía que estaba aquí, ya es algo tarde para que usted este aquí.-
    
    -No se preocupe Don Beto, yo sé que ya es algo tarde, solo estaba vistiéndome.-
    
    -¿y no se piensa subir el pans señorita?-. De lo roja que e vi la cara, por maldad se me ocurrió hacerle una broma, me volteé hacia con la tanga aún descubierta y me agaché disque para recoger también un segurito para el pans.
    
    -Claro que sí Don Beto, solo recogeré mi pinza y el segurito del pans-. Y me lo subí despacito para que se deleitara con mi trasero, eso era lo que yo quería.
    
    Al otro día con mi amiga:
    
    -Oye Karen, ¿que crees que pasó en el vestidor ayer?
    
    -¿Qué onda?
    
    -Estaba en el vestidor y ya estaba vestida cuando se me ocurre ir al espejo principal a verme el culo, y me dio confianza de que no había nadie, cuando de repente me sale el conserje-
    
    -No manches wey-
    
    -Si, en serio-
    
    -¿y te vio el culo?
    
    -No pero del susto no me subí ...
    ... el pans y me vio las piernas, pero por hacerle una broma de calentarlo, me volteé y me agache para que me viera las nalgas.
    
    -No inventes amiga, eres una caliente, no te conocía esos modos.
    
    -Pues yo no te he lamido el culo wey, verdad.
    
    -Lo has de haber infartado al pobre viejito, que ha de haber dicho “joder, pero que culote la de esta tia”.
    
    -Jajajajaja.
    
    Al poco rato veo a Don Beto a lo lejos y me lo topé en el camino.
    
    -Hola señorita Andrea, ¿Cómo le va?-
    
    -Bien, bien Don Beto, gracias, ¿y a usted?-
    
    -Muy bien, gracias-. Y aproveche que nadie nos veía para seguir con mi broma y actuando la mas natural posible me volteé y me subí el pantalón para que me viera.
    
    -Como se me cae este pantalón, para la otra mejor traigo falda, ¿verdad Don Beto?-
    
    -Pues, eso no lo se señorita, jajaja-. Noté que esta vez Don Beto se me quedó viendo con un poco de libidinosidad, cosa que me gustó pues era lo que tenía que pasar con mi broma.
    
    Al día siguiente tenía práctica de tennis antes de la última hora y al cabo de una hora de haber terminado las clases en la escuela, recordé que había dejado un vestido para la fiesta de la oficina de mi papá en mi casillero del vestidor y con el auto me apresuré a llegar a la casa del conserje que vive a tan solo dos cuadras de la escuela y que tiene llaves de toda la escuela y toqué como histérica su puerta:
    
    -Hábrame por favor-
    
    -Hola señorita, ¿Qué la trae por acá tan tarde?-
    
    -Lo que pasa que olvidé algo de vital importancia ...
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