Su marido me mandó a seguir a su mujer 4 - Relatos Eróticos

Su marido me mandó a seguir a su mujer 4

Esperé que fuera el día lunes que era mi descanso para llamarla a la esposa de Don Italo, me contestó estaba esperando mi llamada con 
ansiedad por varios días y me dijo

- Recién te dignas en llamarme.?

- Estos días estuve muy ocupado en el trabajo, así que para que le iba a responder la llamada, si no iba a poder venir a su casa, ahora voy a ir para cerrar el trato..!

- Te dije que no tenemos nada que hablar, solo borra las fotos de tu celular y cumples tu palabra..!

- Igual voy a estar en tu casa a las 9 de la mañana, sé que a esa hora estas regresando luego de dejarlo en su colegio a tu hijito..!

Cuando llegué a su puerta  toqué el timbre mirando para todos, ella abrió rápidamente e hizo entrar a su casa y me dijo que su esposo vendría almorzar, así que borrará las fotos para que luego me fuera yo sabía que mentía, así que me encontraba muy tranquilo. En un descuido de la señora Marcela la abracé por detrás y la apreté muy fuerte, para que sintiera como iba llegando a su casa con mi verga e hinchado y bien duro,.ella se quiso liberarse del abrazo que le daba. 

- Vamos señora Marcela cooperé si quiere que le borre las fotos..! 

Y entendió que no tenía más que hacer lo que yo quería y sé dejaba tocar mis manos magreaban sus pechos, ya sentía endurecerse sus pezones rápido debajo de su ropa. Aunque ella no quisiera aceptarlo le gustaba sentir mis manos en su piel tocándola, así qué cuando su mano fue bajando hasta llegar al  bulto en mi pantalón y me ...

... agarró fuertemente para luego soltar un débil suspiro, yo le mordía la oreja y besaba todo su cuello mientras la mujer de mi jefe tenía cerrados sus ojos y mi verga la tenía entre sus blandos y torneados muslos y eso hizo que mi erección ya fuera aumentando cada vez más. 

- Es en serió que nunca has tenido sexo con una mujer..? 

Me preguntó Marcela, tenía ya su  respiración entrecortada eso me decía que ella estaba tan excitada como yo o más, recién estaba ya conociendo el comportamiento de una hembra caliente y su mano ya me acariciaba con desesperación el bulto en mi pantalón y me bajó el cierre dejando en libertad ya mi verga, no sentía ahora ningún tipo de vergüenza. Ahora ella me llevó a su cama y con la agilidad de una quinceañera se quitó la ropa luego me quitó el pantalón y me besaba en la boca y era un beso con tanta pasión, tan caliente que me comia y devoraba toda la boca. Su cara era pura lujuria luego se metió en la boca todo mi pene qué tenía ya punto de reventar, disfrutaba de el  como una niña, lamia y acariciaba,  chupaba y mordía. Todo lo quería hacer ella tan rápido que no podía aguantar más de 5 segundos en cada tarea. 

- Glup.. hum.. glup.. hum. glup..! 

Estaba echado en su amplia cama disfrutando de aquel festín era tan intenso qué tuve que detenerla si no iba a terminar nuevamente en su boca, había venido a su casa a meterle la verga, ella lo entendío y me miraba como un depredador a su presa y se abalanzó sobre mí, sentándose a horcajadas ...