El culo de mi tia dormida - Relatos Eróticos

El culo de mi tia dormida

Historia real

Tengo una tía un poco mayor que yo (tiene 19 y yo 16). Sus pechos son pequeños, pero tiene un culo desproporcionadamente grande.

Un día luego de una fiesta por falta de camas tuvimos que dormir juntos, y obviamente no desaproveché la oportunidad. Me desperté a mitad de la noche y escuchaba sus ronquidos, ella siempre a tenido un sueño muy profundo, así que comencé a tocarle el culo mientras me acercaba poco a poco a ella, hasta que terminamos de cucharita.

Ella tenía solo un delgado pantalón de leggin, podía literalmente abrir sus nalgas y meter mi pene (aún en el pantalón) entre ellas, era la mejor sensación del mundo. Me quedé así un buen rato disfrutando mover mi pene entre sus nalgas, luego de un tiempo me saqué el pantalón y los boxers, y puse mi pene, ésta vez solo nos separaba su delgado pantalón.

Seguí moviéndome, disfrutando lo rico que se sentían sus nalgas, era como hacerme una rusa con su culo, y el líquido preseminal lo hacía todo muy resbaladizo.

Ella seguía roncando, así que comencé a tocar sus tetas, follando sus nalgas en leggins mientras seguía abrazándola de cucharita. Su culo era tan suave y a la vez tan firme... jamás en mi vida he tocado otro igual de bueno, sentir sus nalgas apretar mi pene fue la mejor sensación del mundo, empujaba mis caderas como loco, incluso consideré sacarle los leggins y follarla ahí mismo, pero preferí no hacerlo por ...

... mi seguridad.

Lo que sí hice fue tocar sus pechos por debajo de la ropa, sentir sus pezones duros. Me sorprende que siguiera dormida, pero como dije tiene un sueño muy pesado, dudo mucho que estuviera despierta.

Seguí así por un muy buen rato, jamás duré tanto sin correrme como aquella vez, literalmente mi pene no quería separarse de su culo, y cuando ya no aguantaba más fui corriendo al baño y me vine a chorros. Luego volví a la habitación.

La abracé como si fuera mi amante y estuve unos minutos tratando de dormir, pero sentir su culo contra mí me volvió a poner de humor y repetí, volví a meter mi pene entre sus nalgas, y mientras lo hacía tocaba sus pechos y besaba su cuello, estaba siendo mucho más confiado. En cierto punto me dejé llevar y la besé en la boca, pero hizo una mueca de estarse despertando así que me alejé rápido y esperé a que empezara a roncar de nuevo. Luego volví a follarme sus nalgas como antes y me corrí en el baño.

Me dormí abrazado a ella.

Al otro día hablaban de que algo había manchado sus leggins y me asusté, pero ella respondió que fue algo suyo, lo que me hace pensar que sabe lo que hice y no me delató.

Desde entonces cada vez que hemos dormido en la misma cama le hago lo mismo, no sé si sabrá lo que hago, pero lo que me importa es que no me delata y que tengo el mejor culo del mundo rodeando mi pene. Aunque me gustaría poder follármela algún día