1. MUCHO MÁS QUE DIEZ KILOS!


    Fecha: 13/05/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cuando Gaby cerró, nos acurrucamos con Clarisa. Ambos estamos muy felices.
    -Papi, no tenés idea lo contenta que estoy. Me gustó mucho, pero mucho. Gaby es divina y divertida. ¿Cómo la conociste?
    -Cuando vine a trabajar acá. Ella ya estaba, algo así como jefa o encargada del personal. Esto era muy lindo, pero mucho más chico, sin las comodidades de un hotel de primera línea que pretendían los nuevos dueños. Alex, el  capo, es conocido del CEO del Continental, donde yo había hecho unos trabajos años atrás, y me recomendó. Y así aparecí. La particularidad es que al ser viudo y vivir solo, no me interesaba volver a casa todas las semanas como hacían los demás técnicos y profesionales. Los obreros eran todos del pueblo. Iban y venían en bicicleta cada día. 
    Me gustaba quedarme a disfrutar de este hermoso paisaje. Fue así como me quedé. Alex me dio una muy buena habitación en el segundo piso, dado que la afluencia de huéspedes estaba suspendida por la obra, y otra más en la planta baja para usar de oficina. 
    -¿Y cómo fue?
    -¿Qué cosa?
    -La primera vez que te cogiste a Gaby.
    -Bueno…, la verdad es que ella me cogió a mí. El primer día no pasó nada, por supuesto. Yo no tenía ningún tipo de información sobre ella. Solo lo que me había dicho Alex cuando la presentó como encargada del personal. Ni siquiera la nombró como “jefa”. Lo único que noté…, bueno…, más o menos, es que ella estaba muy atenta a lo que yo hacía o necesitaba. Permanentemente me preguntaba si necesitaba algo. ...
    ... Que se lo pidiera, que no lo dudara, que ella estaba para solucionarme cualquier problema sobre la estadía, no sobre cuestiones técnicas, por supuesto.
    El segundo día fue igual, pero noté que tenía una manera muy gentil, demasiado “gentil” y, como no quiere la cosa, comenzó a preguntarme, disimuladamente, mi “condición”: si tenía familia, porque me quedaba y no volvía a la ciudad. Esas cosas. Me dijo que había supuesto que me quedaría, porque Alex me había otorgado la mejor habitación, exclusiva para vivir allí mientras durara el trabajo. Le expliqué lo mismo que te dije. Me dio la impresión que quedó encantada con que yo no tuviera compromiso de ningún tipo y me quedara todo el tiempo. “Me dio la impresión”, digo, porque ella, con su mejor sonrisa, parecía saltar de alegría. «Verá, ingeniero, que la va a pasar muy bien. ¡Me voy a encargar de que sea así!» Tal cual.
    -¡Jajaja! ¡Decidida la señora! – Clarisa lo decía como si ella hubiera hecho lo mismo. 
    El tercer día la cosa cambió casi drásticamente…, para mejor. Comenzó a aparecer a mi vista sin uniforme de trabajo. Se vistió muy elegante y tentadoramente. Pollera amplia y cortona, resaltando los deliciosos jamones que, supuestamente, para ella creo, disimulaba su encantadora pancita, que a mí me gusta mucho, como sabés. Por otra parte, resaltaba muy favorablemente el espectáculo de su culo. Una blusa muy ajustada, de cinco botones, con los dos superiores abiertos, que expresaban sus prominentes tetas, con el seno muy ...
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