Paco el atleta - Relatos Eróticos

Paco el atleta

Cuando esto sucedio teniamos 20 años.

Eramos jovenes llenos de vitalidad y deseos de comernos al mundo.

Estudiabamos la licenciatura y regresabamos de viaje por el Bajio, visitando empresas de alimentos y pasandola bien en noches de disco.

El regreso a Toluca se retraso y para cuando llegaramos ya no habria transporte hasta mi casa, puesto que vivia hasta un pueblo de la periferia,  Sn Pablo.

Paco nos ofrecio quedarnos en casa de sus abuelos, lo cual aceptamos aliviados Angel, Pepe y yo.

Su mamá y abuelos nos esperaban, a pesar de la hora, y ya tenían preparadas las habitaciones para nosotros,  por lo que se despidieron dejandonos solos para que descansaramos.

Paco pregunto como queriamos dormir, y Angel de inmediato eligio a Pepe como pareja de habitación,  lo cual significo que yo dormiria con Paco.

Paco era un chavo alto, atletico marcado, pues practicaba varios deportes,  no feo, en fin apetecible, por lo que no me disgusto ser su compañero de habitación. 

Nos despedimos de Angel y Pepe, cerrando la puerta de nuestra habitación.  Paco, sin decir palabra, comenzó inmediatamente a desvestirse sin pudor,  quedandose solo en calzoncillos.  Cuando me pregunto si no tenia inconveniente en que se desnudara, pues asi dormía habitualmente,  no tuve inconveniente. Cual fue mi sorpresa y agrado al ver caer sus calzoncillos y contemplar en todo su esplendor su magnífica verga, de unos 12 cm en reposo, sin circuncidar, y con dos grandes huevos colgando, ...

... rodeados de unas torneadas y velludas piernas, y unas deliciosas nalguitas firmes y respingadas.

Paco noto mi mirada hacia sus genitales y divertido me pregunto si nunca habia visto desnudo a alguien, a lo cual solo acerte a responder que nunca a uno tan bien formado como el.

Sonrio ampliamente y bromeando me advirtio "pues a ver si no te me antojas en la noche y te doy violin"

Ambos reimos, y con gran pudor comence a desvestirme, pero al ver que me dejabablos calzoncillos Paco me dijo que no era justo que no durmieramos iguales y que el también tenia derecho a verme desnudo.

No tuve otra elección que desnudarme, y Paco silbo diciendo "tu no te quedas atras, eh, si no fuera por esa pequeña pancita volverias loco a cualquiera, hombre, mujer o quimera"

Volvimos a reir, nos aseamos los dientes, apagamos la luz y nos metimos a la cama.

Yo me gire hacia mi lado de la cama y empece a cabecear por el cansanciony el sueño. Al poco rato escuche los ronquidos de Paco y me quede profundamente dormido.

En la madrugada me desperto una sensación rara, pues acostumbrado a dormir solo no era habitual sentir algo mas que mis cobijas. Paco tenia su mano izquierda sobre mi vientre, abrazándome inconscientemente en su letargo de sueño, y no le di mayor importancia.  Pero minutos después,  cuando nuevamente estaba a punto de dormir profundamente,  senti moverse su mano poco a poco,  bajando por mi vientre y llegando a mi vello pubico, y mi cuerpo reacciono despertando a mi miembro,  ...