Mi nieto, mi debilidad II - Relatos Eróticos

Mi nieto, mi debilidad II

Les conte hace poco la primera vez que mi nieto mayor, durante una siesta, me dió una hermosa cojida que tanto necesitaba.
Pasaron unos días y ya me empezaba a picar, tuve ganas de tocarme pero necesitaba algo mejor.
Mi nieto en esos días andaba rindiendo exámenes y le demandaba toda la atención.
Un sábado temprano, estaba limpiando y preparando comida, cuando sonó el timbre.
Al abrir la puerta estaba uno de sus amigos que es algo mayor que él. Le abrí la puerta y lo invité a tomar algo porque necesitaba un libro que le había prestado a mi nieto, y este lo había mandado a buscarlo
El chico este anda por los 21/22 años, es alto también y se ve muy bien. Muy prolijo y bien vestido es un encanto en el trato.
Le di el libro y hablando me dijo que el olor de la comida le parecía delicioso.
Estaba  cocinando carne al horno, mechada con ajo, ahí, panceta y especias, junto a unas papas chicas redondas (papines) gratinadas en salsa blanca y queso.
Le ofrecí comer y aceptó, así que revisé el horno y le faltaba aún. Le comenté que tenía que esperar y me respondió que tenía tiempo 
Me llamó la atención que se había parado justo atrás mío, casi pegado, y al oler el aroma que salía del horno me agarró de la cadera quedando casi sobre mi espalda
Me dije a mi misma que no podía ser y que me estaba afectando la abstinencia de nieto.
Al ir a sacar la fuente del horno, se acercó por detrás de nuevo. Sentí que me apoyaba su ...

... pija en el culo. Me dió una nalgada y me pidió que lo deje a el para que no me queme.
- Javier! Que atrevido!, Le dije sin mucha convicción.
- En casa también ayudo, respondió sonriendo
- Pero creo que la nalgada y el apoyo en mi culo, no eran necesarios, le dije
- Si te molesta disculpa, sonaba como ofendido y me resultó un zafado simpático
 - Lo que falta! Me apoyas el culo, me das un chirlo y te enojas vos!
- No es para tanto tampoco, dijo y poniéndose detrás mío paso sus manos por debajo de mis brazos y me agarró laa tetas volviendo a apoyar su pija en mi culo 
- Que haces? Soltame, dije pero no me corri
- Puedo tocar así? Metiendo las dos manos bajo la ropa y agarrando mis pezones con sus dedos 
Que me toque los pezones o lo chupen me encanta, pero que me aprieten o muerdan suave, me hace mojar 
No respondí y el chico me fue sacando la ropa, me sentía entregada y sabía que no estaba nada bien, pero me latía la concha de deseo 
Sentí que su pija buscaba destino y me acomodé sintiendo que entraba sin problemas.
Su gemido en el oído me puso más y más caliente y me moví chocando con su pelvis mis nalgas. Me llegaba tan adentro como pocas. Me hizo agachar más y entro mejor y en medio de aullidos acabamos los dos 
Media hora después y hablando en la comida, me dijo que mi nieto le había sugerido probar, pero que si no igual lo hubiese intentado.
Me di cuenta que pronto tendría dos jóvenes para mí solita.