1. CAMINOS DESCONOCIDOS.


    Fecha: 23/09/2018, Categorías: Hetero Autor: leeyoungjee, Fuente: SexoSinTabues

    ... tener tantos años de práctica en pareja las arcadas simplemente brillaron por su ausencia, mis manos acariciaban los músculos y vellos cortos de sus glúteos y piernas mientras el empujaba levemente su pene dentro de mi boca, sus gemidos me embelesaban los oídos y me orgullecían al saber el grado placer que era capaz de provocarle solo con la boca, sus manos guiaban suavemente mi cabeza acariciando mi cabello y apartándolo de mi rostro. El tomo la iniciativa y me separo de su cuerpo, me recostó en el sofá boca arriba, con rápidos movimientos me quito los zapatos, la falda y las bragas, apenas miro mi vulva húmeda y levemente enrojecida entre mis piernas y su cara turbada se mostró ansiosa y hambrienta, se sacó los tenis pisoteándose los talones y subió de rodillas en el sofá, sus fuertes piernas entre mis rodillas abiertas en su máxima capacidad, la diferencia del color de su piel blanca con la mía más pálida y su ancha contextura física agazapándose sobre mi pequeño y delgado cuerpo me hicieron sentir deseosa de su calor, tome un cojín y lo metí detrás de mi cabeza, sentí su estómago contra el mío, sus vellos rozar mi piel lampiña causándome un tormentoso cosquilleo, su piel emanando calor y humedad, el aroma de su perfume mezclado con sudor y sentir su endurecida y chorreante extremidad buscando cobijo dentro de mi ser provocaron que se me escapara un gemido, así era estar con Fabián sentías que en un gemido lo decías todo; agradecimiento, anhelo, desesperación, la piel de ...
    ... nuestras intimidades se rozaba constantemente pero Fabián estaba tan turbado y yo tan deseosa que el parecía no poder encontrar el camino, las ansias pudieron más que yo y buscando con mi mano su cuerpo lo coloque en las puertas de mi ser. Nos dirigimos una mirada cómplice y divertida y sentí como poco a poco nos fundíamos en uno solo, el calor de su cuerpo siendo atrapado dentro de mí, mi interior se ajustaba perfectamente a su verga y en el exterior sus apéndices aplaudían nuestra sincronía, entre los pliegues de mi piel una protuberancia se rozaba con su cuerpo cubierto de vello y cada vez que el me embestía sentía el caer en el paraíso, ¿cómo podía esto sentirse tan bien?, ¿cómo podía sentirme tan llena, tan feliz? Mire su rostro y aunque no me miraba fijamente su placer estaba presente en cada rasgo de su cara, mis piernas entrelazadas en sus caderas y mis talones sobre sus glúteos me hacían sentir segura, mi interior era un remolino, una fuerte ráfaga de viento nacía desde mi centro y amenazaba con lanzarme por los aires, sus besos eran la mayor delicia de este mundo antes desconocido que se nos revelaba cada vez que nos quedábamos a solas, mis manos enlazadas sobre su cuello, nuestros gemidos y pujidos llenando la habitación, nuestro reflejo sobre la pantalla de la televisión, todo era perfecto e irreal. Fabián me lanzo a las alturas en medio de una explosión de jugos desde lo más hondo de mi ser en dos ocasiones y con ruegos fue la única manera en que lo convencí de ...
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