Un vaquero al que le gusta la reata - Relatos Eróticos

Un vaquero al que le gusta la reata

Este es mi primer relato, y después de haber leído tantos relatos en esta pagina me he decidido por publicar parte de mis vivencias, empezare por presentarme mi nombre es Alejandro, actualmente tengo 28 años pero todo esto empezó hace casi 15 años cuando yo tenía sólo trece, Nací y crecí en el ceno de una familia tradicional en la provincia del estado de Queretaro, si bien no somos una familia millonaria debo decir que siempre hemos tenido bastantes comodidades debido al negocio de mi padre que es la ganadería, así que siempre se nos ha dado tanto a mi y a mi hermano todo cuanto hemos pedido. Yo soy el menor mi hermano tan solo me lleva 3 años y desde niños siempre hemos estado ligados a la vida del rancho aprendí a montar a caballo al mismo tiempo que empecé a caminar, todavía no cumplía 3 años y ya me mandaban a clases de charreria, crecí llendo junto con mis primos y hermano a torneos charros infantiles a los cuales se les conoce como TORNEOS DIENTES DE LECHE bueno les platico esto por que de alguna manera toda mi crianza se ha basado en ser y comportarse como todo un macho. Desde pequeño supe que no sería igual que mi hermano o mis primos y entre mas fui creciendo más sentía atracción por esos niños que eran nuestros contrincantes en los torneos charros, pero a pesar de eso me desenvolvi como un exelente charro, a mis trece años dominaba perfectamente el flores de reata, y tiraba las manganas en mi equipo, siempre fui guapo piel trigueña y un ojos que son los que me ...

... caracterizan y me diferenciaban de todos mis primos, en ese entonces era demasiado delgado y espigado pero por el deporte que practicamos la verdad tenía un cuerpo de ensueño como dice el dicho juventud divino tesoro y lo que sobresalía de mi eran mi enormes nalga redondas y durirás, y que los pantalones Wranglers o el traje de charro realzavan aún más, infinidad de veces pude ver a mujeres y hombres deleitarse la pupila con mi gran trasero. Vayamos al día en que perdí mi virginidad y empezó mi adicción por los hombres, recuerdo que yo estaba en el primer año de secundaria acaba de cumplir los trece, mi hermano había ganado un campeonato de charro completo e iba a ir a competir a Monterrey pero yo por cuestiones de escuela no pude acompañarlos así que me tuve que quedar en casa, el rancho es inmenso alguna vez fue una hacienda así que tevemos muchos empleados así que nunca estaba del todo sólo, recuerdo ese día paso el chófer por mi al colegio era jueves llegue y la cocinera de casa me dio de comer, después pregunté por Roberto quien era el capataz del Rancho pues quería que alistara mi caballo y unas yeguas para poder entrenar mis manganas en el lienzo que teníamos en el rancho, pronto apareció Roberto y me dijo que todo estaba listo el es un hombre en exceso atractivo, mide más o menos 1.80 tienes una espalda ancha y unos brazos como troncos por el trabajo del rancho pero lo que más me encanta son sus piernas y nalgas que enfundado en unos pantalones Wranglers se ve como todo un ...