1. Mi obsesión morbosa...


    Fecha: 14/04/2023, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Sexwoman, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola, me llamo Carlota, y os quería explicar sobre una manía que tengo desde hace ya bastante tiempo... Una manía que me encanta.
    
    Veréis, yo tengo 16 años y una de mis mayores aficiones es masturbarme. Posiblemente sea por las hormonas (aunque ya de por si soy bastante guarra jajaja) pero prácticamente cada día me tocó en mis ratos libres. Todo comenzó en la cuarentena; tenía mucho tiempo libre, y lo único que se me ocurria hacer era entrar a internet. Y buscando por la web encontré varias páginas para adultos que desde el primer momento me parecieron mágicas. Y ahí descubrí como se masturbaban las mujeres, algo que no había pensado prácticamente nunca. Es así que decidí ponerlo en práctica.
    Al principio empecé con mis dedos, luego me los fui metiendo, cada vez más, después probé con la alcachofa de la ducha, con bolis y lápices, almohadas... Era todo un mundo de posibilidades, y eso me encantaba.
    Una noche yo estaba súper caliente, y sabía que necesitaba meterme algo a toda costa. Mire lo que tenía en mi habitación: bolígrafos, linternas, peluches... Ya lo había probado con todo, necesitaba algo más. Así que se me ocurrió una idea.
    Fui hasta la cocina, con cuidado de que nadie se despertara, abrí la nevera, agarré un pepino de unos 20 cm aprox y volví a la cama. Naturalmente me lo metí, y me volvió completamente loca. Nunca había probado nada igual, aunque me dolía un poco era alucinante. Estuve casi un cuarto de hora con el hasta que no aguanté más y me corrí, una ...
    ... corrida impresionante, moje toda la sábana. Me levanté, fui rápido a la cocina y dejé el pepino, temía que alguien me hubiera visto pero no lo hicieron. A la mañana siguiente me levanté somnolienta pero feliz, había tenido una noche placida después de mi gran corrida. Fui hasta el salón, y vi a mi madre desayunando, lo que no me pareció raro hasta que vi que se estaba comiendo... Un pepino. El mismo pepino que había utilizado por la noche. Y ahí me di cuenta: había olvidado lavarlo. Me puse muy nerviosa ya que temía que sospechara algo, pero se comió el pepino como si nada. Bueno, no como si nada, pq mientras me sentaba en el sofá me soltó:
    -Wow, no se lo que tiene este pepino pero sabe fantástico. Deberías probar un trozo cariño.
    Se me congeló la sangre. No me esperaba que le supiera bien, sin embargo estaba encantada con su comida. Me giré a verla, y al observarla como degustaba el pepino, disfrutándolo y saboreando lo, sin saber lo que había hecho con el, sentí algo dentro de mi. Era nerviosismo, pero un nerviosismo bueno, como cuando estás muy excitada. Sip, definitivamente me fascinaba ver a mi madre comer el pepino que me había metido por la vagina la noche anterior. Pero acaso era solo con el pepino y con mi madre? Decidí comprobarlo, cogí un plátano bastante grande y grueso, lo pele y me lo metí, y me resultó muy placentero su textura blanda. Después de haberme corrido encima de él, sin nisiquiera lavarlo, fui al salón y se lo di de comer a mi padre. Tenía miedo que a ...
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