LA AMIGA DE CLARISA - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE CLARISA

... sin vergüenza.”
“Charly llegó a la hora prevista, con bermudas y remera. Se sorprendió al encontrarme, pero me pareció que se quedó tranquilo al no estar a solas con su prima.  Hablamos de la facu, el estudio, informática, de los amigos, de la música, de los gustos, vacaciones, esas cosas, tomando cerveza. Yo lo manoseaba todo lo posible, caricias, mimos… Se lo bancaba bien, dado que no tenemos parentesco. Efectivamente, pareció que a Charly le gustó encontrarme a mí. Supuso que estando yo, ¡Sally no se le iba a tirar encima!”

-¡Jajaja! El pibe es tímido pero no sonso.
-Sí, sí. Eso seguro. ¡Ya vas a ver!

“No le molestaba para nada mis mimos. ¡Siempre “casuales”! Luego de unas cuantas cervezas, se me “ocurrió” poner música bailantera, me puse a mover el esqueleto, sobre todo el culo, y lo saqué a bailar. Lo hice levantar medio de prepo, y lo comencé a perrear lo suficiente para que me rosara… Cuando notamos que la tenía dura, Sally se acopló al baile…, y así estuvimos como media hora refregándonos todo lo posible, ¡sin que le diera ganas de huir! Tal vez al estar yo le dio vergüenza ser tan tímido y siguió la onda.”

Clarisa seguía con el relato. En verdad, de pensar nomás lo que sería Clarisa moviéndose, a mí también se me había puesto dura, y sentía cierto calor en mis mejillas. Clarisa sonreía…, de sus picardías… o de mi calentura…
 
“Cuando supe que estaba lo suficientemente caliente, por lo menos el bulto era generoso, aunque el trataba de disimularlo, les ...

... propuse descansar con otras cervezas y jugar a la botellita. Él no sabía de qué se trataba. Le explicamos, haciendo hincapié en que había que cumplir las prendas religiosamente para no pasar por tonto. También le dijimos que las prendas se cumplen en el momento, como bailar, por ejemplo, o leer una poesía, o cantar o decir un chiste… No le dijimos “chistes verdes”, para que no se asuste…”

-¡Jajaja! ¡Linda sorpresa se va a llevar! ¡Jajaja! – Yo siempre alentaba que Clarisa continuara.
-El asunto era que se relajara… ¿entendés? Que se olvidara un poco del sexo, de las intenciones de su prima, o de su bulto…, que se notaba muy lindo… 

“Entonces empezamos con “prendas” así: cantar, bailar, chistes apropiados. En un momento a Sally le “tocó” la prenda de ir en cuatro patas a la heladera a buscar más cerveza. Imaginate a Sally en cuatro patas, mostrando el soberbio culo… ¡sin tanga! Cada vez que se movía “caminando”, el short se corría… ¡y se veía sin alternativas el arrugado hoyito, el perineo y la conchita! ¡Charly no sabía para donde mirar! «¡No vayas tan rápido, no hay apuro!» le dije a Sally riendo. Ella sabía que eso significaba que le diera más tiempo a Charly para mirar “atentamente”. Y cuando volvía con tres latitas colgando de sus dientes…, la suelta y amplia blusa, sin corpiño… ¡era el soberbio espectáculo de sus tetas colgando! ¡Todos artilugios de uso común cuando se pretende terminar el “juego” con refregadas entre amigos y amigas!”

-¡Me gustaría verla yo! – Ya ...