Esposa compartida tercera vez - Relatos Eróticos

Esposa compartida tercera vez

Habían pasado 6 meses de haber compartido a mi señora con el encargado del hotel y sintiéndonos aún tranquilos no pensamos por el momento buscar otra aventura y seguíamos con nuestra vida habitual pero con el recuerdo de esas dos aventuras en nuestras noches de placer.

Pero un día llegó mi cuñada contándole el problema que estaba pasando con su hijo y que por vergüenza no le contaba a nadie sólo a ella por la confianza que siempre le ha tenido y también por qué son comadres ya que mi señora es madrina del chico.

El problema es que a sus 15 años se le presentaron problemas con su prepucio que le causaban mucho dolor y ella no sabía que hacer y su marido se hacía el desentendido.

Mi esposa le dijo que acuda a un médico para resolverlo, ella dijo que fueron pero no le dió un buen trato y que más bien lo dejo adolorido y por eso no quería regresar y ella no soportaba verlo sufrir preguntando cómo había lidiado ese asunto con mi hijo, explicándole que desde niño al momento de bañarlo ella le hacía masajes en su pinguita para que poco a poco vaya rompiéndose y salga completamente la cabezita y lo había hecho hasta que el tuvo 10 o 12 añitos. Mi cuñada le dijo que ella nunca había hecho eso y que ni sabía,  y si por favor podía ayudarla. Mi señora le dijo que yá está muy grande  para hacerle eso, pero mi cuñada le rogó diciendo que él sólo le haría caso a ella. Mi señora conciente de ése compromiso dijo que lo pensaría y le contestaría.

Al llegar a casa, mi señora me ...

... contó todo el rollo y le pregunté, que pensaba ella.
Me respondió que siendo su tía y madrina a la vez se sentía comprometida a ayudarlos, pero a la vez me dijo que ya tenía 15 y cómo pensará cuando tenga que agarrarle la pinga que posiblemente sea la de un hombre adulto y amor tengo que confesarte que cuando hablaba con mi hermana pensaba en tener en mis manos otra nueva pinga y virgen todavía, pudiendo manipular la situación a mi antojo, me mojé todita y por eso te consulto si estaría bien o la ayudo en otra forma.

Amor le dije, mira y le mostré la pinga llena de líquido pre seminal a lo que me miró a los ojos diciendo eres un pervertido, lo mismo que yo y agachandose me chupó la pinga hasta que sentimos que uno de mis hijos llegaba a casa.

Cenamos, nos bañamos y en nuestro dormitorio planeamos como hacer ésta nuestra tercera, pero más delicada aventura que uds yá se enteraran conforme se vayan desarrollando los sucesos.

Al siguiente día mi señora llamo a su hermana para que acudan a la casa para  tratar algunos detalles.

Mi cuñada llegó una mañana con su hijo a casa y después de los saludos protocolares mi señora pidió hablar sin tapujos del tema por qué ésta situación tan delicada puede prestarse a malos entendidos o comentarios de gente  inescrupulosa.

Mi señora le dijo a mi cuñada que hable del asunto que le trae a casa y en qué forma quiere que le ayude delante de su hijo quien se puso rojo como un tomate.

Mi cuñada le narro de los dolores que sentía su ...