Hija de vecina - Relatos Eróticos

Hija de vecina

hola, soy un hombre que vive sola en su departamento, tengo un buena vecina que esta separada de su marido y tiene una hija que me visita muy seguido.
todo empezó en el momento de que estaba trabajando en una empresa de publicidad y me transfieren a otro estado de méxico, yo acepte ya que ví una buena oportunidad de crecimiento, (pero sin saberlo esa empresa quebró en ese estado y cerró), yo llegue feliz ya que me sentía importante por ser el que se iba a otro estado y no otros dos compañeros con los que competía. al momento que llegue me dijeron hay departamentos a unos 20 minutos aquí cerca y me consiguieron un buen trato con el arrendador, así fue asta que de un día para otro llega el jefe y dice "la empresa va cerrar y voy empezar a despedir a los nuevos, y los que ya se cómo trabajan y tienen su tiempo aquí les voy a dar preferencias", en ese momento el mundo se me vino encima, ya que deje todo por el trabajo y no tenía ya nada.
para mí buena fortuna tenía una buena vecina que se apiadó de mi, cabe destacar que yo tenía 26 en ese tiempo, y la señora que aún tenía marido tendría 31 y su hija 6. al parecer el marido sintió celos de mi ya que no pasó mucho tiempo y las abandonó, ya que yo prácticamente comía, lavaba, e incluso aveses me bañaba en su casa. la señora nunca me vio con esos ojos ni yo a ella, pero el marido talvez buscaba cualquier pretexto para abandonarla, así pasaron algunos años asta que ya me establecí bien, compré mis cosas, mis alimentos, incluso ...

... algunos caprichos.
la hija desde el principio le caí bien y ella a mi, así que yo en ocasiones jugaba con ella, y la cuidaba mientras la mamá no estaba, así pasaron los años y la niña creció y paso de una niña sin mucho que ver a una adolescente que empezaba a verse muy bonita y con buen cuerpo, pero todo seguía bien de parte de ella siempre me veía con confianza, tanto que duraron una temporada sin lavadora y venía lavar a mi casa ( de hecho me dejaba su ropa para que ya la lavar) en esas oportunidades aprovechaba la oportunidad para oler su esencia de mujer, gracias a eso me empeze a interesar más en ella, pero nunca pasó nada realmente interesante aparte de aprovechar las oportunidades de cuando se agachaba y verle sus tetas o calzones.
un día cuando ya tenía 16 llego de la escuela ya cansada, ya que esa ya era su rutina ya que su mamá trabajaba tarde desde hace algunos años, el caso es que llegó con una falda un tanto carta y una blusa un tanto floja de tirantes, algo curioso es que ese día no traía bra, y me di cuenta ya que por ciertos angulos se me veía marcado el pezón, me dijo que llegó cansada y si le podía preparar algo para comer, y mi mente empezó a maquinar un plan, yo tenía algunas pastillas para dormir muy buenas que te tumban por almenos 5 horas y pierdes cualquier sentido y se me ocurrió mezclar un poco en su comida, y así lo hice, al terminar me dijo que tenía sueño y le dije que se durmiera en el sillon, no tardó ni 5 minutos y quedó profundamente dormida, y ...