Relatos eróticos esposos cómplices cap 45 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 45

... vino Carlos a llamarme la atención, en eso Raúl se tomó el pleito diciéndole que cuando hizo gritar a Luz nadie reclamó por qué tendría él que hacerlo por su mujer.

Intervine diciendo que la que tendría que reclamar sería ella y no lo había hecho y en ése momento le pregunté si tenía alguna queja y con la cabeza lo negó. Entonces deje claro en ese momento que la única persona que podía hacer un reclamo era la persona afectada. Todos lo aprobaron y Raúl dijo es mejor ir dejando reglas para respetarnos y llevarnos mejor. Con ése impase corregido la volví a poner en posición a Rosa y metiendo toda mi pinga en su culo mientras ella gemía y  aguantaba  para no provocar problemas en el grupo y en 5 minutos de salvajes movidas le dejé muy dentro de ella toda mi leche. Al echarme exhausto ví a Raúl que boca abajo le daba a Rosa en forma violenta su polvo anal

Descargados todos abrimos más botellas de vino para celebrar nuestra primera descarga y mientras descansamos hicimos comentarios que resultaron graciosos y anedocticos.

Cómo a las 2 am el grupo nuevamente se empezó a calentar pidiéndome que los monitores para indicar los siguientes pasos a seguir, como todos estaban de acuerdo sugerí probar lo no probado. 

Así fué que Raúl ahora cacharia a Rosa por la concha, Carlos por su parte cacharia a Luz por el culo y yo se las voy metiendo a la boca a las dos hasta encontrar un hueco libre para cacharlas.

Así comenzaron con sus previas mamadas hasta que ví a Rosa gozando ...

... piernas al hombro a Raúl que se movía como licuadora para gozo de los dos y en la otra cama Carlos tenía a Luz boca abajo moviéndose como loco gimiendo y gozando de la larga pinga y yo recorriendo las bocas de ellas esperando mi turno, gasta que ví a Raúl apretando fuerte en señal que se vacíaba. 

Me coloque atrás de Rosa y ella suplicante me pidió que se lo hiciera por delante y cerrando un ojo me dió un beso, al toque cambié de posición y en misionero se la clavé con tranquilidad por qué sabía de la pinga que tenía, y le sentí su concha bien caliente lo que me animó a tratarla con cariño sin dejar de moverme hasta que noté que ella hacía lo mismo, la besé en todo momento hasta que se me salio la leche. Al salirme de ella pude ver qué Carlos terminaba en el culo de Luz.

En éste descanso y con más confianza me preguntaron por mi mujer como hizo para aguantar mi gruesa pinga. Les dije resumiendo que una mujer enamorada aguanta todo lo que su hombre le da. Tampoco fué sencillo para los dos y poco a poco ya se acostumbro y ahora entro en ella por cualquier puerta sin ningún pero. Que ejemplo de entrega dijo Rosa y todos aplaudieron, fué Luz que pidió verla en la próxima reunión. Así lo prometí y lo cumpliré.

A las 4 am con las pingas al palo propuse hacer doble penetración y todos más mareados y más enviciados en el sexo lo aceptaron. Yo por circunstancias odvias me adstuve de participar, así les dije para que nadie deje de gozar está pose se turnen un ratito cada uno y ...