A PRIMERA VISTA - Relatos Eróticos

A PRIMERA VISTA

De pequeño sentí atracción por los hombres, sin embargo me reprimí lo que más pude. A los 18 años me invitaron a una fiesta unos amigos y ahí había gente consumiendo drogas, la verdad es que yo no quería saber nada de eso porque mi hermano mayor fue víctima de las drogas y terminó encarcelado. En esa fiesta conocí a Esteban, me gustó inmediatamente, hice todo lo posible por disimularlo, pero él se dio cuenta como lo miraba cuando me iba de la fiesta Esteban se me acercó y me invitó a su casa para compartir un último trago, acepté y fui a su casa, él vivía con sus padres, se había construido una pequeña casa al fondo del sitio de sus papás, con entrada independiente.
Me sirvió un trago conversando de temas varios, por qué no nos conocíamos con anterioridad, que carrera universitaria comenzaría a estudiar....de pronto me atrae hacia él  y me besa, nunca me había besado con un hombre, aunque lo deseaba desde pequeño, mi calentura fue instantánea, enloquecí de deseo y después del beso comenzaron las caricias y mis manos se metieron en su pantalón buscando  su miembro viril, en un segundo lo tuve sin pantalón y sin dudar me arrodillé y metí lo que más pude ese trozo babeante en mi boca, no había chupado un pene en mi vida, pero recordé todos los videos porno vistos en internet y todo se me hizo más fácil, chupé con desesperación todo su miembro, hice un esfuerzo sobrehumano para que entrara hasta los testículos en mi ...

... garganta y lo logré, mi nariz chocaba con la mata de pelos de su pubis, me atragantaba, no me importaba, sentí un gemido agónico y Esteban descargó todo su elixir en mi garganta, sin pensarlo lo tragué, pero guardé un poco para saborearlo con mi lengua.
Me llevó a la cama y ahí me desnudó completamente, su labios recorrieron mi cuerpo, me dio vueltas y su lengua se hundió en mi agujero que deseaba ser llenado, su lengua entraba y salía de mi hoyo, yo estaba en las nubes, una fuerza mayor que mi razón pedía a gritos tener todo ese hombre dentro mío y así fue, estaba tan caliente que el dolor fue mínimo, me senté sobre él y con mis manos sostuve su palo duro hasta que se perdió dentro mío completamente, me moví como loco, mi pene botaba el precum sobre su estómago, sentía enormes ganas de correrme, pero a la vez no podía dejar aquel pedazo de carne así. Ya no aguanté y mis movimientos se aceleraron, el corazón palpitaba a full, sentía como mi esfinter se apretaba alrededor de esa carne deliciosa, me caía baba de la boca, hasta que me corrí sobre su estómago, mi leche fue a parar a su cara, él recogió con sus manos la leche y se la llevó a su boca. Seguí moviéndome sobre su verga hasta que explotó dentro mío, lo seguí montando hasta que sin fuerzas me dejé caer sobre su pecho, nos besamos y pude sentir como su fierro salía de mi culo, lo tenía muy abierto pude sentir parte de su leche escurriendo entre mis nalgas.