Me desconozco - Relatos Eróticos

Me desconozco

¿La aventura? No sé porque engañe a mi marido. Me pesa, aunque no estoy arrepentida.
Hace un mes que volvimos de la luna de miel. Pasamos 15 días en una isla al norte de Brasil y estoy feliz a más no poder.
Pero me dejé llevar, jamás había estado con otro, estando en una relación
El es un hombre de 56 años, es común, nada especial.
Siempre es muy atento. Trabaja en un comercio a una calle de mi casa.
Todo fue tan natural que me asusta. 
Al verme me felicitó, es más me dijo señora que me sonó raro por lo nuevo. Me regaló una miniatura que sacó de la vidriera y la envolvió para que ponga en mi casa.
Le conté del viaje y miramos algunas fotos de la estadía. 
Creo que el primer alerta fue cuando me vió en biquini, y me dijo que era muy bonita
Me gustó y sonreí, cuando me vió de espaldas mirando al mar, dijo para si que estaba increíble.
Lo ví que se acomodaba el bulto disimulado y ahí otra alerta. Me pareció notar que se le había parado.
Me dijo si podía oler mi cuello, y que el perfume y que mi piel 
Reaccioné cuando sentí sus labios dándome un beso pegado a la oreja en el cuello 
Lo miré sonriendo, y el me ...

... dijo que no podía evitarlo. Me pasó el brazo por la espalda y me dió otro beso. Me embriagó su suavidad
Ya no había alertas, sentía mi humedad y no podía pensar en nada.
Cerré los ojos cuando me besó en la boca y abrí la boca para recibir su lengua
Sentí sus manos subir mi vestido desde atrás, me recosté en su pecho con mi espalda y sentí su pija mojando mis nalgas.
Sin hablar me saqué la.bombacha y me apoyé en el mostrador, poniendo la.cabeza entre los brazos cruzados. Miraba para abajo cuando asomó la cabeza de su pija entre las piernas.
La acomodó y me la fue metiendo. Yo suspiraba y el.tambien pero más fuerte
Sentía un placer increíble
 Me estaba cojiendo de parada, apoyada en el mostrador, y sabía que podía entrar cualquier cliente y vernos
En lugar de reaccionar, me agaché más y ya gemia fuerte. El me daba más fuerte y me había sacado las tetas afuera. Las tenía agarradas y seguía sin pausa.
¿Adentro? Preguntó
Si, muy adentro. Respondí y recibí dos descargas al fondo.
Cuando la.saco, me limpió con un pañuelo
Me puse la bombacha y me acomodé las tetas.
Me fui a casa.
No siento culpa. Estoy rara nada más.