1. Penétrame...


    Fecha: 15/02/2023, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Adro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    "Manzanita", "zapallito" esos eran los motes en alusión a mi cola que desde niña hasta me hacían llorar a escondidas. Cuando fui creciendo empecé en medio de coqueterías a que me cambiaran el ánimo dichos apodos. A veces me confundían las miradas de algunos muy adultos para con mi cuerpo. Yo agachaba la cabeza y seguía mi camino, algunas amigas me envidiaban y los varones revoloteaban a mi alrededor. Si bien no era que fuera exagerado si tenía una cola muy bien formada y llamativa que casi no me permitía usar vestidos cortos por subirse al caminar. Una vez me tocó acompañar a mi abuela a una excursión de jubilados y en igual situación un vecino con su madre. Lo veía muy poco y pese a que nunca se comprobó nada tenía fama de baboso con las mujeres. Ya tenía mi novio con proyectos de vida juntos y ahorrando para ello, pese a todo había algo dentro de mí que faltaba completar y que a veces me ponía en estados de histeria incomprensible. Un mañana nos tocó una caminata con otros acompañantes y por una lógica no buscada caminábamos juntos a la retaguardia de dicha excursión. En pequeño tropezón me aferré a él y fue la primera vez que nos miramos y hablamos, me disculpé y el sonrió. Tenía como 2 metros, era corpulento y algo gordo, morocho y de manos grandes. Unos metros mas adelante, volvíamos a trepar por zona escarpada y yo mismo en silencio me aferré a su mano. Él me recibió apretándola y fue cuando sentí que algo más había en ese contacto. me gustó, podían verme sin conocer ...
    ... y jamás me relacionarían con un tipo así. Aún con el camino nuevamente normal seguí de su mano y fue de su parte que vino la separación. Sacábamos fotos y busqué diálogos con él. Me encantó cuando señalando un paraje me tomó de la cintura para ubicarme en una buena posición de enfoque. a la noche en la cena largué un par de miradas y no hubo repuesta por su parte. Me dormí confundida y soñando con sus manos. A la mañana siguiente estaba en el comedor esperando la llegada de mi abuela (pos baño de enfermera) cuando lo ví venir y dada la distancia con mi PC lo apunté en zoom, por debajo de la mesa abrí mis piernas, pude notar el acto reflejo de sus labios muy fugazmente mojando sus labios. Lo saludé para que se acercara y por fortuna lo hizo. estando a mi lado volví a sentir esa turbación poco relacionada con tipo de esa presencia. Sin imaginarme lo bien que me saldría le sugerí fuéramos a la terraza por fotos del amanecer, cuando llegamos a la escalera me puse delante ya que tenía el desafío de querer atraparlo. Hablaba cosas banales cuando en el descanso de la misma paré unos segundos como invitando que fueramos a la par o el primero. Otra vez la mano en la cintura y yo obedeciendo, me debe haber mirado todo, todo; cuando llegamos arriba, cerramos la puerta y después de ver que no había nadie más lo hice seguirme hasta detrás de una suerte de respiradero gigante. Él ya sudaba y yo embravecida me puse en puntas de pie rodeándole el cuello busqué su boca. Encontré una lengua ...
«123»