Fuimos felices, pese a lo prohibido - Relatos Eróticos

Fuimos felices, pese a lo prohibido

Estábamos jugando de manos, cuando me tiró sobre la cama. Caí boca abajo y el se subió a mi espalda para dominarme sentí que su pija quedaba apoyada en mi culo.
Me moví y solo logré que se acomode para sentirla más aún. 
Su peso en la espalda y su pene en mi culo me gustaban, pero fingí estar molesta y le pedí que salga.
Cuando se paró, alcance a ver qué aún la tenía afuera y se lo hice notar.
Mi hermano menor que yo, se tapo y pidió disculpas, pero yo quedé pensativa.
Por la noche al compartir la pieza cuando se vino a acostar no podía dejar de pensar en esa pija que le había crecido.
Me cruce a su cama, cuando ya estaba acostado y me tire encima suyo
- Ahora quiero ver qué haces? Te domino yo a vos, le dije.
El en dos movimientos me volvió a poner abajo solo que está vez quedamos de frente y el arriba mío está vez me dejaba su pija en la concha.
Forcejeamos y en cada movida sentía mejor esa pija que me estaba haciendo mojar.
Simulando un juego, me moví de forma que sintiera mi concha
Sabía que lo había logrado cuando su pija ya estaba bastante dura.
Le pedí que se ponga a un lado y se la ví completa
- Que grande que está, le dije
- Es culpa tuya me dijo, por hacer fuerza
Me dió ternura y le pedí que no hable. Me acerqué su oído y le pregunté
- Puedo tocarla?
- Si, dijo
Se la agarra y se la froté. Ya me la quería comer
- Está durísima, le dije
- Te puedo tocar yo? Me dijo
Al poco tiempo ya estábamos en pleno manoseo
- Te querés subir? Lo invité
Se volvió a subir pero ahora su pija dura buscaba mi entrada. 
Me corrí la bombacha y en dos minutos ya me la estaba metiendo.
Apenas pude contener los gemidos, y el me dió una cojida increíble  
Cuando me acabó adentro lo reté por miedo al embarazo.
Nos quedamos juntos y al cabo de unos minutos me dió otra cojida más larga y logro acabar afuera justo a tiempo.
Así empezó la historia con mi hermano