Mi suegra es una diosa en la cama - Relatos Eróticos

Mi suegra es una diosa en la cama

Hola a todos soy Mike, de 26 años, casado con Irma de 24.  La mamá de Irma falleció y su papá tuvo segundas nupcias con Valeria, con ahora 41 años.  Valeria es una morena que está más que buena, con piernas gruesas, una linda colita y tiene operadas las tetas, que la hacen que uno babee de deseo.  Desde novios con Irma, las miradas entre nosotros comenzaron a salirse de tono.  Hasta que, siempre siendo novios, en una fiesta donde fuimos los cuatro, mi futuro suegro, Valeria, Irma y yo, saqué a bailar a Valeria, como había tomado unos whiskys me dio valor para decirle a Valeria que estaba muy buena y que me ponía nerviosa cuando estaba junto a ella, ella en vez de mandarme al cuerno, me dijo que ella sentía lo mismo, entonces, no se si fue el destino, tuvo que serlo, la electricidad se fue del salón, entonces la apreté contra mi, le amasé las nalgas metiendo mis manos por atras y nos empezamos a besar intensamente, nuestras lenguas se entrelazaban y mi manos en sus nalgas, en eso vimos que la luz eléctrica amenazaba con regresar, entonces nos soltamos, a tiempo.  La llevé de regreso a la mesa, pero nuestras miradas reflejaban deseo de sexo.

No lo dejamos mucho al tiempo, a la primera oportunidad que tuvimos y fue como unos quince días después, a mi suegro le subió la presión arterial y lo llevamos al hospital, al parecer tenía el colesterol y los trigliceridos también altos, así que le recomendaron dejarlo al menos una noche en el hospital, mi novia Irma, se ofreció a ...

... quedarse con él esa noche.  Entonces me pidieron encaminar a Valeria a su casa, cuando llegamos ella me dijo que cenara algo, pues nadie lo había hecho por la emergencia.  Así que entré a la casa, apenas pasamos adelante, la tomé de la cintura y ella se volteo y nos dimos un beso similar al de la fiesta aquella, mis manos se metieron hasta dentro de sus bragas, para apretarle sus bellas nalgas, nos besamos ardientemente, mi verga estaba muy erecta solo con eso.  Le bajé el cierre de su vestido y se lo fui bajando al mismo tiempo que su sostén, ante mi sus bellas tetas operadas, se veían preciosas y comencé a mamarselas, ella las tomaba con ambas manos y me las ofrecía, caímos en el sofa, yo encima de ella, besándola y mamando sus tetas, mis manos tocando todo lo que se podía.  Le fui quitando la blusa y el sostén, luego la falda y por último su braga, tenía una bella raja, depilada, apenas con escasos pelitos.  Bajé a mamarle su raja, ella abrió sus piernas de par en par dándome la entrada a toda su vulva, le lamé desde el culo hasta su clítoris, chupando intensamente cada parte, ella daba alaridos de pasión, yo me fui deshaciendo de mi pantalón y de mi ropa interior, me fui colocando entre sus piernas y la penetré, quedamos bien fusionados, yo encima de ella dándole buenos bombeos al mismo tiempo que nuestras lenguas se retorcían entre ellas.  Yo le daba duro cada vez más, sus gemidos indicaban que estaba a punto de acabar, lo cual le llegó en pocos segundos, me clavó sus uñas en ...