Me lo ordenó mi marido 2 - Relatos Eróticos

Me lo ordenó mi marido 2

Antes de continuar mi relato quiero pedir perdón porque no apareció el vídeo en mi anterior relato espero que en este si salga. 
Mi marido pidió un taxi y nos dirigimos al restaurante en el que habíamos quedado con Antonio a las afueras de la ciudad, cerca de un pub al que pensaba llenarme luego. Ya en el taxi mi marido me bajo la cremallera del tod liberando mis generosas tetas como recordaréis de mi anterior relato iva sin ropa interior, me pelliscaba los pezones y me los chupaba sin importarle que el taxista nos viera por el retrovisor, más bien disfrutando de que nos viera. Me ordenó subirme la minifalda dejando mi coño expuesto yo abierta de piernas me dejaba que mi marido me acariciara el clítoris y me metiera sus largos dedos en mi coño mientras me masturbaba me susurraba al oído que mirara al taxista como me miraba por el retrovisor con unos ojos negros y poblada ceja no perdía detalle era un hombre de unos 60 años con escaso pelo canoso nariz prominente con un poblado mostacho de morsa y amplia barriga cuando se detuvo yo estaba apunto pero mi marido que me conocía no me había dejado acabar pese que me habia abierto bien el coño metiendome todos los dedos menos el pulgar para mantenerme mojada y caliente. Me recompuse mi ropa mientras mi marido le pagaba al taxista , este le sugirio que si queriamos podia recogernos a la hora que fuera y le dio su número de telefono movil. En el restaurante nos esperaba antonio tan elegante como siempre me dio un beso en la boca ...

... que yo correspondi abriendo mis labios y dejando pasar su legua para jugar con la mía. Luego ellos se abrazaron cordiales como dos viejos amigos. La mesa estaba en un rincón apartado me senté al lado de Antonio frente a mi marido. Mi marido me ordenó que me subiera la falda para que Antonio pudiera tocar lo mojada que venía. Yo estaba de espaldas a la pared y nadie podía verme abrí las piernas y Antonio posó su mano explotadora en mi sexo noté sus dedos hurgando en mi interior cuando los saco los llevo a su boca saboreando mis jugos y afirmó ante mi marido lo mojada que estaba. El camarero vino y pedimos las bebidas mi marido me dijo que me abriera mas la cremallera del tod que habia visto como el camarero me miraba las tetas y queria que disfrutara. Yo la baje asta el límite en que no se me salieran solas. Aquello éxito a Antonio que volvió a meterme los dedos en el coño así estuvo toda la cena sin importarle que el camarero se diera cuenta de sus juegos entre mis piernas de hecho al pobre camarero se le veía bastante nervioso. A todo esto mi marido hablaba con Antonio sobre ir al pub y verme zorrear con algún desconocido delante de ellos dos. Antonio le agradó la idea como no parará de tocarme ve iba a correr allí mismo en el restaurante. Apenas logré comer nada estaba deseosa de que me follaran ya y un poco borracha. Tras pagar la cuenta nos dirigimos andando asta el pub, las calles estaban desiertas y no nos cruzabamos con nadie por lo que entre doscoches se saco la polla y ...