1. Ceci, peteando con unos amigos (final)


    Fecha: 20/12/2022, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: BlackHoleSid, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    A esas alturas de la noche el aspecto de Ceci, sentada en el centro del sofá, era digno de ver…  si bien estaba recuperándose de su borrachera y el efecto del MDMA empezaba a pasársele, impresionaba su imagen, digna de una película porno. Tras decirle Leandro que sólo acababan de empezar con ella estaba como absorta, permanecía quieta, callada, con los ojos clavados en el piso y tratando de recuperar la respiración.
    
    El olor de Ceci era fuerte, una mezcla de sudor (no solo de ella) y semen que la convertían en toda una perra en celo, y que mantenía nuestras vergas duras, listas para seguir trabajándole sus agujeros. Completamente despeinada, su melena, negra y planchada, caía sobre su pegajosa espalda, su pelo era grasiento, y decenas de grumos de leche blanca y brillante recordaban la reciente actividad de esta puta. En su rostro, unos ojos pequeños y algo caídos trataban de esconderse debajo de sus pobladas cejas, con una mirada medio asustada y medio excitada. Su boca, entreabierta mostraba surcos de semen a los lados que se extendían hasta la barbilla, desde donde aún goteaba el líquido que Mati le había regalado hacia sus muslos; y la carne alrededor de sus labios estaba roja de tanto mamar.
    
    Al ritmo de su respiración, sus pequeños y manoseados pechos, brillantes por la leche derramada, subían y bajaban… Sobre el cojín, sus piernas estaban entreabiertas, mostrando una concha roja, cogida y bien abierta, de la que salía un denso líquido que impregnaba la tela ...
    ... del sofá. Eran los instantes de descanso de esta joven madre treintañera usada, que sabedora de que se había convertido en nuestro juguete sexual, trataba de mentalizarse de lo que se le venía encima.
    
    Alex no se hizo esperar, yo estaba volviendo de la heladera con una birra fría cuando sonó el portero. Mati se ofreció a bajar, le lancé las llaves y en un par de minutos se presentó con semejante bestia. Alex es mecánico, y es sus ratos libres boxea, cuando éramos pibes casi todo el mundo del secundario le tenía miedo, pero si lo conocías no resultaba mal chabón. El tipo es muy alto, bastante más que Leandro, debe andar rozando el 1.95, y a diferencia de éste, todo lo que en Leandro es panza en Alex es puro músculo, acostumbrado además a maratonianas sesiones de gym después de pasarse el día desmontando motores. Lo más llamativo de Alex son sus brazos y sus manos, los bíceps son monstruosos y si no fuera por los tatoos que lo cubren – en realidad todo su cuerpo está cubierto de tatuajes – las gruesas venas que los cruzan le darían un aspecto casi repulsivo, por su parte las manos son robustas y planas, típicas manos que pueden aplastar lo que se ponga por delante. En cuanto a su rostro, su mirada es desconfiada, la cabeza rapada y en su mejilla derecha se extiende una cicatriz, recuerdo de cuando de pibe estuvo tonteando pasando droga – ya no lo hace –, cicatriz, que en parte cubre una poblada barba que le da cierto aspecto de cartonero. Cuando llegó, Ceci miró hacia él, e ...
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