He liberado a mi madre - Relatos Eróticos

He liberado a mi madre

¡hola! mi nombre es sebastián y está es mi historia. 
cuando yo tenía 17 años descubrí que era heteroflexible, ése era mi gusto pero no podía disfrutar de estar con una persona de mi mismo sexo, puesto que mi padre era un hombre anticüado. a mi poco me importaba lo que pensarán en ese pueblo igual de anticüado que mi padre, el problema caía en este último. 
mi madre siempre fue muy linda, guapa y sensual, solo que no lo sabía ella se vestía bien, pero descuidaba sú cuerpo. mi padre siempre fue un tanto sociopata, manipulador, que siempre buscaba humillar, victimizar, y rebajar a mi madre. 


¡bueno, bueno, bueno! volviendo al asunto que nos compete. 
allá a mis 17 llega el quebranto mi madre se logra desligar por completo de mi padre (el muy macho termina huyendo como marico).
yo en esos momentos empecé a ser aún más cercano a mi mamá y a mi hermana también, a mi madre le conté sobre mi sexualidad. en ese momento yo empecé a entrenar, por lo que me puse mamadisimo y después de unos meses decidí convencer a mi mamá de ir al gimnasio, yo quería que ella mostrara amor por si misma ¡no solo en mente y en alma! ¡también en cuerpo! 
luego de unos meses en el gym ella ya se veía como una bomba, también la llevé a clases de boxeo, por lo que podríamos decir que era una vikinga (hermosa pero letal). 

una noche ella salió de fiesta, yo junto con mi hermana la seguimos, ...

... estuvimos un rato en el auto hasta que ella salió, en ese momento mi hermana se escabullo y entro en el boliche (discoteca), yo en cambio seguí a mamá, la cual subía a una ram de pasajera. los seguí un buen rato hasta que entraron a una estancia a la cual yo tuve que entrar a pié para no ser visto, cuando llegue a la cabaña espie por la ventana ¡y lo que ví! 
mi madre se estaba besando con un negro (altura 1'90) y eso que mi madre tenía (altura 1'60). era increíble ver cómo mi madre le comía la boca a ese negro, le sacaba la camisa para posteriormente besar sús pectorales y proceder a bajar besando hasta llegar a la pelvis ¡para! posteriormente bajar sú pantalón y descubrir una morcilla de 20cm con 5cm de circunferencia la cual empezó a lamer con cuidado hasta tragarsela, para luego ir a la habitación y perderlos de vista.
otra noche de boliche después mi mamá trajo al negro emplena madrugada y lo metió al cuarto donde el bufaba como toro y ella ahuyaba como loba mientras que la cama crujia y crujia, estuvieron así desde las 6am hasta las 8am.
Desde entonces mi madre anda de tanga en casa, cuando sale en invierno usa vestidos discretos pero atrevidos y en verano ni hablar de sus mini shorts y sus topsitos y con el ejercicio tiene un cuerpo de envidia, y yo fuera de te sentir vergüenza siento orgullo de tener una mamá atrevida no sólo atrevida en la cama, también en la vida.