Ayude a mi amiga con una duda de su sexualidad - Relatos Eróticos

Ayude a mi amiga con una duda de su sexualidad

todo empezó en la prepa, en ese entonces las dos teníamos dieciocho años, ya íbamos a terminar, era nuestro último semestre...

A mí amiga la conocí desde que entramos, rápidamente llamo mi atención, ella era realmente hermosa, tenía el pelo corto, sus ojos eran hermoso, color avellana con destellos verdes, su cuerpo era perfecto, su pecho no era tan grande pero tenía una cintura fina y delgada y unos glúteos voluptuosos, que de solo verlos te darían ganas de estar en ellos una vida.
Yo siempre supe que era bisexual pero bueno, me estoy desviando del tema.

Ese día llegamos tarde a una clase y no quisimos entrar, la clase era de dos módulos, cómo la escuela era grande fuimos a los campos, que para esos momentos estaban desiertos, fuimos a la parte más alejada y entonces ella hablo.
– oye tú ehhh... Cómo sabes que eres bisexual? –
Le expliqué cómo me sentía y le pregunté el por qué de la pregunta, pero solo dijo que tenía curiosidad. no voy a mentir ella me atrajo desde el principio y el saber que tenía una oportunidad me prendió vastante, insistí en sabes quién le llamaba la atención o con quién querría experimentar y me dijo que yo le hacía dudar.
y bueno una vez sabiendo eso no hice más que darle un beso, empezó siendo torpe, lento e inexperto, pero ella lo intencifico, ...

... empezamos a besarnos de una forma necesitada, ella se sentó encima de mi y por mi propio deseo logre agarrarle el trasero, me entretuve con la sensación, era suave y esponjoso, mis manos podía undirse ahí como si nada, entonces no pude más y volteo la situación, ahora yo estaba encima de ella, había empezado a besar su cuello mientras iba bajando mis manos empezaron a desabrochar su sujetador y cuando tuve sus pechos a la altura de mi rostro no tarde en deborarlos, los chupe, succione, me divertí tanto mientras mis manos bajaban hacía su pantalón para desaserme de eso que tanto me molestaba, fue tan satisfactorio escuchar sus gemidos, cuando termine de disfrutar sus senos y baje hacia su sexo ¡Dios santo! Fue como ver el cielo, era perfecta en todo sentido, ya estaba muy mojada, lista para mi, empeze a hacerle un oral, mi lengua subía y bajaba por todo su coño, desde su punto g hasta el ano, y ella no podía con tanta exitacion, empeze a meter mi lengua en su vagina, despue aún dedo, dos, continuamos hasta que terminaron los dos módulos que teníamos.
– ehh yo... ¿Esto lo podemos repetir otra vez en mi casa? –
– claro que lo vamos a repetir, solo que tengo que conseguir unos juguetes para que lo disfrutes más querida –
– yo si, si claro, pero tenemos que ir a clases ¿no?–
– lamentablemente –