El trabajador de papá 2 - Relatos Eróticos

El trabajador de papá 2

Continuando esta segunda parte sobre el trabajado de mi papá. sé que mis relatos son algo largos, pero trato de poner todos los detalles posibles y son 100% reales.

Ricardo apago la luz de la habitación y se metió a mi cama a dormir conmigo, y así estuvo toda la noche abrazado a mí, tratándome como su mujer.
Cuando desperté, eran cerca de las 10 de la mañana del domingo y noté que Ricardo ya no estaba en mi habitación, me puse la verdad triste, pero entendí que había sido resultado del alcohol; me intenté volver a dormir pues porque no tenía nada que hacer, eran vacaciones, no estaba mi papá y su esposa y la verdad tenía miedo de ver a Ricardo o su reacción.
A los pocos minutos entra Ricardo y me dice, ¿cómo amaneciste? Me di la vuelta y lo vi, no podía creerlo, Ricardo había vuelto a mi recamará y estaba preguntando cómo estaba, lo vi, estaba vestido con ropa de futbol, los domingos él jugaba futbol con sus amigos, me dijo, ve al baño, trata de cagar lo más que puedas y luego nos bañamos y almorzamos algo.  Se salió del cuarto y se fue. 
Me paré, me estiré un poco, yo seguía desnudo y me fui al baño, salí del baño y a los minutos regreso a mi cuarto ya con una toalla envuelta a la cintura dispuesto a bañarse conmigo, me sorprendió, su trato sexual hacía mí, ya no era producto del efecto del alcohol.
Nos duchamos juntos y yo estaba feliz, me enjabonaba y yo a él, para eso los dos ya teníamos una erección monumental, se la empecé a chupar y él se retorcía de placer, de ...

... pronto me levanta me apoya contra la pared y comienza a besarme el cuello y agarra jabón y comienza a lavarme el culo, y me dijo al oído, quiero disfrutar y hacerte mujer, pero eres tan lindo que no quiero hacerte daño, lastimarte o romperte el culo y no puedas caminar.
Tomo shampoo y comenzó a meterme un dedo, sentía placer, yo ya sabía que me quería coger, yo ya había sido cogido por dos compañeros de la escuela, pero eso no se lo diría, pero tenía razón, me podía hacer daño, su tamaño, su grosor y su virilidad, no tenían nada que ver con las vergas de adolescentes de 16 años que habían entrado en mí.
Metió el dedo, daba círculos, sacaba enjugaba y volvía a repetir, yo sentía placer, metió un segundo y repitió varias veces, metí un tercero y al mismo tiempo que dilataba, limpiaba y enjuagaba, tomo el jabón de barra y lo intento introducir y me ocasiono cierto dolor, me enjuagaba, regreso a los dedos y jugaba con mi culo, ya que estaba limpio y dilatado, me  empino e intento meterme su verga, cuando sentí la presión, cerré mi culo y él me dijo abre bien porque si no te voy a lastimar y vas a causarte daño, sentí como me volvió a untar shampoo y volvió a presionar haciendo que su cabeza entrará en mí, sentí ardor más que dolor, cómo si me hubiera cortado y así estuvo por un momento, quiero, sin respirar, yo  tampoco me movía y solo nos caía el agua de la regadera, la cual ya comenzaba a estar fría, de pronto me beso el cuello y tomo mi cuerpo hacía él, y sentí toda su verga ...