Relatos eróticos esposos cómplices cap 35 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 35

... que insista y Peter hizo un movimiento que me permitió meterle toda mi pinga arrancándole un sonoro grito, pero ya estaba clavada por los dos lados y comenzamos todos a movernos pero torpemente hasta que la experiencia de Peter hizo que sincronicemos yo sentia la protuberancia que tenía alojada mi señora dentro de su concha por qué mi pequeña pinga la chocaba cuando nos movimos. Fueron tres minutos de intenso movimiento que logramos vaciarnos dentro de mi señora. Cayó rendida a los brazos de Peter y poco a poco se fueron despegando los cuerpos. La hice descansar y mientras ella decía que lo había logrado yo le limpiaba la concha de leche con rasgos de sangre.

Descansamos media hora y ella dirigió nuevamente la otra doble penetración. Peter le aconsejo que vaya con calma que en otra oportunidad lo intentaría, pero ella no lo aceptó y siguió con el plan.

Después de echarme en la cama ella se clavó mi pinga en su concha y le pidió a Peter que la encule después de echarle la crema y así fué pero Peter no lograba meter ni siquiera la cabeza, ella le exigía lo haga con más fuerza es así como agarrándole la pelvis fuertemente de un solo tirón le entró la cabeza dando un grito de muerte preguntando si le había entrado toda a lo que Peter respondió que solo había entrado la cabeza, ella dijo que prosiguiera y con la cara roja, los ...

... ojos sobresalidos y las venas del cuello saltadas gritaba que empuje fuerte que la quería toda adentro, el negro volvió a agarrarle la pelvis y empujó fuerte logrando entrar unos centímetros más y mi señora se desvaneció soltando su cuerpo como muerta y todos preocupados la tendimos en la cama y con alcohol la íbamos reanimando mientras yo le limpiaba el culo que lo tenía con bastante leche, caca y sangre que no paraba de salir. Poco a poco se fue recuperando como también dejaba de brotarle sangre por el culo. Pidiéndole disculpas a Peter se despidió y el le dijo yo había notado que UD está casi cerradita y que iba a ser casi imposible se logre comer mi pinga y la felicito por qué su concha si lo resistió. Seguiremos intentando señora. Con un beso en la boca se despidieron y de regreso traje a mi hija. Mi sra cojeo y me dijo creo que el negro me ha malogrado y no podré cachar unos días, mientras hay que buscarte una mujer. Ya elegiste . Creo que con la vecina me conformo. Déjame yo me encargo de convencerla dijo mi señora.

La vecina llegó de acuerdo a lo acordado y me la caché rico durante varios días en los cuales mi señora aprendió bastante más que nada a mamar pingas.

Al mes mi señora completamente repuesta con Peter logramos las dobles penetraciones anheladas por mi señora y yo alterno de vez en cuando con la vecina.