1. El chico del autobús


    Fecha: 19/11/2022, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: sexolibre, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esta historia empezó en un autobús urbano, mes de octubre rondando la medianoche. Hacía ya fresco pero no mucho frio. Subí al autobús y como casi siempre, me fui a la última fila. Apenas había 4-5 personas en todo el autobús y todas ellas de mitad hacia adelante. Pero en la última fila, en mi última fila, estaba sentado un chico joven, pinta macarrilla, jovencito de no más de 20 años, con la típica sudadera con capucha, capucha que tenía puesta. Yo iba con una cazadora y una camiseta de manga corta debajo, suficiente para el tiempo que hacía (Por cierto, yo tenía 18 años y era mi último curso del bachillerato)
    Me quedaba un rato hasta llegar a mi parada cuando de poco en poco se iba bajando la gente por el camino. Yo de vez en cuando, miraba a mi derecha donde estaba sentado al otro lado de la fila de asientos el chico. Y me daba cuenta que él también me miraba a mí. De reojo vi que se cambiaba de posición a menudo hasta que se quedó sentado de manera normal con las piernas un poco separadas. Yo le miré y al poco vi que se llevó su mano derecha a su paquete para tocárselo mientras me miraba. Yo alucinaba y a la vez me ponía poco a poco más cachondo. Era imposible que nadie le viera porque el asiento de delante hacía de parapeto así que se sentía seguro. Yo ya no disimulaba y le miraba directamente. Él se tocaba con descaro mirándome. El ambiente se caldeó cuando se desabrochó el pantalón, se bajó la cremallera de sus vaqueros y se sacó la polla. Yo estaba con mi polla dentro ...
    ... de mis pantalones que estaba a punto de explotar de lo cachondo que me estaba poniendo ese chico y la situación. En un momento dado, vi que me hizo un gesto que yo interpreté como que hiciera lo mismo así que no lo dudé y viendo que no había peligro que nos viera el conductor a lo lejos, me desabroché el pantalón y me saqué la polla que la tenía ya como una roca de dura. Así estuvimos un rato, pajeándonos mientras nos mirábamos uno al otro hasta que el chico acabó corriéndose sobre él mismo con varios chorros de semen que fueron a parar, tras levantarse la sudadera, a su estómago y pecho. Yo aceleré un poco hasta correrme también pero esta vez yo lo eché al respaldo de mi asiento de delante, por lo que sin remedio, acabó cayendo al suelo de poco en poco.
    Pareciera que lo tenía calculado porque el chaval, al terminar yo, se levantó para bajarse en la parada siguiente y me hizo un gesto como que le acompañara. A mí me quedaba un par de paradas más pero tenía claro que esta situación no se suele dar a menudo así que sin dudarlo me levanté y me bajé en la parada donde se bajó el chico. 
    --"Me he quedado con ganas de más, ¿tú no?", me preguntó.
    -"Yo estoy que me has puesto muy cachondo, tío", le dije. "Lo que sea y adonde sea"
    --"Yo vivo por aquí cerca pero te voy a llevar a un sitio donde no hay ni Dios, está oscuro y no nos va a ver nadie". "Vivo con mis padres así que no queda otra pero tú tranquilo"
    Yo ya estaba entre atacado y nervioso por la situación pero a la vez con ...
«123»