¡¡¡BIEN A LA FUERZA!!! - Relatos Eróticos

¡¡¡BIEN A LA FUERZA!!!

Salió hacia el baile, luego de varias semanas preparando su cuerpo en abstenciones que le dejaran los huevos atopetados de leche para poder descargarse como él quería: como un bestia semental, donde la hembra que le tocase ser su víctima, sufriese todo el rigor de un estado de calentura tal, que pudiera hacerla hasta pedir basta y auxilio ante los foribundos embates de su bestialidad fornicaria.

Era él, un muy hermoso jovencito que comenzaba a hacer sus primeras armas en el acontecer sexual amatorio, lujurioso, y viril. Era un impresionante supermacho en potencia, que dotado de una despampanante verga de treinta centímetros y una fogosidad de mil toros en celo, parecía querer arrasar amenazando con ser, un despiadado follador de esos que en el mundo, hacen historia.

Y aquella caliente noche de carnaval, sale luego de esa su perversa "preparación" , presto a consumar su morboso deseo.

Y allá, a una bulliciosa fiesta bailable, llega. Rápidamente, echa su buscador ojo, a mirar las chicas que allí abundaban en cantidad y hermosura, fijando su atención en una exuberante niñata que en compañía de varias más, antes que él ya le habían también...echado a él el ojo. Sí: ellas...lo habían advertido antes que él a ellas; por tal motivo, cuando él las ve, ellas ya estaban riendo tras los comentarios que vaya a saberse decían, acerca de él ahí cuchicheando entre todas.

En la más exuberante, hermosa y piernuda, pone él su mirada, deseo, y esa intención de descargar en ella, la ...

... puesta en práctica del plan, que ya tenía estudiadamente trazado: La invitaría a bailar...luego de fingir afabilidad, bondad y esas cosas, la invitaría a ir a tomar aire fresco hasta allí al parque contiguo casi al lugar donde estaban, y allí...¡se la follaría como el más bestia de los bestias violadores!!! BIEN A LA FUERZA!!!

La invita a bailar...y aceptando la muchacha gustosa, a bailar...salen.

Ya, en el baile, entre la muchedumbre de danzantes y en la penumbra de la pista, él se las ingeniaba para refregarle su inmensa vergota harto dura, fingiendo que no lo hacía a propósito, pero sintiendo ella, las dimensiones bestiales del falo aquél en contacto con sus piernas.

La muchacha...soltaba prolongados suspiros...y pilla ella también, comenzó su jueguito de llevarle la mano...al duro cilindro aquél.

Pícaras y cómplices sonrisas, comenzaron a cruzarse ambos. Pronto, entonces, él la invita..."para ir a tomar aire fresco al parque".

Tomados de la mano, raudamente hacia afuera salen, mientras muchacha y amigas, cruzaban cómplices miradas de aprobación y sonrisas.

Llegan al parque entrando hasta apartado lugar donde la tranquilidad solitaria reinaba, y luego de alguna muy breve charla en la cual ninguno de los dos decía cosas sinceras, él, sin preámbulos ni delicadezas, comienza su lucha por violentarla, tratando de poseerla sin ningún miramiento ni delicadeza alguna. Ella, defendiéndose, comienza a insultarlo y decirle las cosas más obscenas que a él, más aún ...