1. Escapando hacia el deseo


    Fecha: 11/09/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: DolceCaroline_, Fuente: CuentoRelatos

    ... desconexión, créeme, jajajaja, tendrías que verte ahora mismo. -Le decía con tono de burla.
    
    -¡Pero que no te rías de mí, imbécil, me has tenido un poco preocupada!-Exclamaba ella, como si tuviera 15 años.
    
    -Mi niña, en cuanto pueda esquivar a mis amigos, te haré un gesto con el cuello y nos veremos en el coche, lo tengo aparcado en el campo de futbol. Me apetece mucho escaparme hacia el vicio delicado, a la vez que salvaje del que me tienes prisionero, espero que lleves las llaves de tu chalet.
    
    Nadia no pronunció ninguna palabra, su ego estaba descolocado, saciado porque su estrategia iba a tener éxito, a la vez que dolido por haber sido víctima de otra, solo bebía, pero asintió con la cabeza la idea de acudir al coche de Martín. Él era para ella algo similar a un veneno y al mismo tiempo el antídoto.
    
    No tardó más de diez minutos en estirar su cuello con motivo de la señal de huida.
    
    Nadia acababa de pedir un cubata y llegó al coche con él, Martín intentaba abrir la puerta, cuando escuchó el ruido de sus tacones, se dio la vuelta y la observó de arriba abajo.
    
    -Te queda muy bien ese mono, pero creo que estarás mejor sin él.
    
    Nadia tomo un trago largo y acerco su cadera a la de él.
    
    -Te has portado muy mal, te mereces un buen castigo. -Manifestaba ella con un tono muy sensual, respirando del hipnótico olor de su cuello.
    
    -Me lo merezco, me lo merezco. -Fue lo último que le dijo.
    
    Empezaron a besarse, Martín la tenía agarrada por los glúteos, la ...
    ... respiración de ambos crecía por segundos, Nadia notó el latir de su entrepierna y como ésta empezaba a endurecerse queriendo salir de aquellos pantalones apretados. Era el momento de escapar hacia el deseo.
    
    Martín condujo hasta el chalet y se detuvo ante la verja para que Nadia la abriese, antes de que bajara del coche le mostró un vibrador rosa con formas circulares y un lubricante anal que había adquirido esa misma mañana.
    
    -¿Eso debe ser para que yo te lo meta a ti? -Preguntaba Nadia confundida.
    
    -No bonita, es para ensanchar tu zona anal que la tienes muy cerradita. -Explicaba él.
    
    -¡Pero bueno! Normal que esté cerrada, la puerta es de salida, no de entrada.
    
    -¿Tenemos más bebida, no?
    
    -Sí, pero si se te ocurre penetrarme con ese cacharro, yo te haré lo mismo, por muy borracha que vaya. -Argumentaba mientras salía del coche.
    
    Se separó del coche y bebió lo que le quedaba en el cubata, colocada desde una postura muy sexi, Martín le estaba mirando con mucho detenimiento.
    
    Los perros les recibían con sus ladridos interminables y la orquesta sonaba de fondo, ellos hacían oídos sordos a la realidad y se trasladaban a ese lugar en el que nada existía, nadie les importaba, solamente estar juntos regalándose lo mejor de ellos mismos.
    
    Nadia abría la puerta del chalet.
    
    Martín se aproximó a ella por detrás y le bajó los tirantes del mono. Ella no utilizaba sujetador por lo que sus pechos quedaron visibles, suspendidos en el aire, presos de la gravedad, él empezó a ...
«1234...»