Me desconozco - Relatos Eróticos

Me desconozco

Hola estoy divorciada. 34 años y estuve casada hasta un año atrás. Todo bien, pero el se fue con otra. Tenemos una niña de 6 años que es un sol y pasa una semana con cada uno. Vivo en un departamento de mis padres que estaba alquilado y se desocupó, así que tengo toda la libertad.
Trabajo medio día y me ocupo entre el gimnasio, amigas y amigos, y hobbys que voy rotando para no hartarme. Me gusta cuidarme y no quiero novio no pareja estable
Los primeros seis meses, no salía casi ya que prefería disfrutar de mi tiempo sola cuando mi hija está con su papá, y cuando está conmigo no hay lugar para nadie.
Por los siete meses, me di cuenta que andaba caliente, mucho tiempo sin sexo y masturbarme no me alcanzaba. Necesitaba una pija linda y empecé a mirar que encontraba. Mucho idiota. Charlas vacías, muy alzados, casados mentirosos, y una serie descartable de aspirantes a hombres que me deprimian.
Pero todo cambia. Sin darme cuenta me fui haciendo amiga de un vecino que vivía a unos metros en un edificio de la misma calle.
Lo conocí haciendo mandados y me parecía simpático. Es común, pasa desapercibido si no fuese por sus modales amables y divertidos, siempre tiene un chiste a mano o un comentario agradable para.con todos. Alguna vez nos cruzamos en el parque haciendo gimnasia, y nos fuimos acercando.
Así salimos un par de veces y para mí sorpresa nunca se me lanzó, ni insinuó nada. No hablaba de su vida, de sus ex, no preguntaba de la mía, y eso me encantaba.
Por un ...

... trabajo especial que me habían dado y ya que el es especialista en física le pedí ayuda. Quedamos y vino a mi departamento una tarde, trabajando y riendo, terminamos muy tarde. Me invitó a comer algo en un bar cercano y fuimos. A los nueve meses de mi separación justo la semana que mi hija estaba con su papá, mi calentura hizo que lo desee.
Lo crucé por la calle y fuimos a casa. Tomando algo lo fui llevando a hablar de sexo, y sin darnos cuenta estábamos enredados en una serie de besos y manoseos que hicieron desaparecer la ropa.
Me dió una mamada de clítoris y de concha alucinante, acabé lo que había acumulado y le devolví el favor sacándole la leche a sus huevos. Cansados pero calientes, me pidió el culo. Su trato, mi calentura, la hermosa pija que tiene, y la situación fueron decisivas. Nunca había tenido sexo por ahí, pero aflojé y le di el culo
Me besó del cuello al medio de mi culo logrando que yo misma le pida que la meta adentro.
Se acomodó detrás mío, y el calor en mi espalda que me daba su pecho y su vientre, sumado al roce de los pelos suyos me habían aflojado y estaba entregada disfrutando de hermoso manoseo por mis tetas, mi vientre y una lenta paja en mi conchita que me hacía pegar las nalgas a su pija dura.
Me lubricó tanto el agujero con los jugos de su pija, que no podía esperar a sentir adentro esa barra de carne caliente, me desesperé
Llevando la mano hacia atrás, agarré ese fierro hirviendo y le pedí que me siga tocando. La apunte a mi entrada trasera, y ...