Me obsesioné con serle infiel a mi marido con su mayor enemigo, parte 2 - Relatos Eróticos

Me obsesioné con serle infiel a mi marido con su mayor enemigo, parte 2

Hola a todos y todas.  Esta es la segunda parte de mi relato.  
Luego de la fornicada que Mario me acababa de dar en su oficina.  Les recuerdo que Mario trabaja en la misma empresa que mi marido, pero es su peor enemigo, ellos no se llevan, se odian.  Yo tenía una sentimiento de culpa y cargo de conciencia, pero de noche mi mente recordaba cada momento que Mario me hizo suya en su oficina y me mojaba, tenía que tocarme la cuquita para liberar tensión.  Mi marido me decía que le había ido muy bien en esos días que viajo a lugares donde la empresa no había llegado con sus productos y que sus metas habían mejorado, incluso mejor que Mario.  Y que seguramente iría de nuevo la siguiente semana.

Mario estuvo llamándome los días siguientes.  Yo no le contestaba, pues mi marido estaba en casa esos días.  Pero Mario insistía con sus llamadas, entonces me puso un mensaje en donde decía que si no le contestaba él iría a la casa a buscarme.  Entonces salí al patio y lo llamé y le dije que diablos pasaba.  El me dijo que no había podido dormir, que necesitaba verme y tenerme, yo le dije que igual yo había pensado mucho en él, pero que tuviera paciencia que mi marido saldría de viaje de trabajo.  Entonces me dijo que me enviaría algo que quería que yo hiciera el día que nos vieramos.  No le tomé importancia a eso.  Mi marido salió de viaje y yo le escribí a Mario que podíamos vernos esa noche,  él me dijo que quería que fuera en mi casa, y que no olvidara lo que le había pedido.  ...

... Entonces vi el mensaje, Mario quería que me hiciera un lavado intestinal, pues quería tener sexo anal conmigo, pues estaba loco por mi colita, decía el mensaje.  Fui a la farmacia y obtuve un aparato para hacerlo, lo hice y lo escondí bien, pues mi marido podía verlo e imaginense ese problema.

A una hora de que llegara Mario a la casa, me sentía como quinceañera que tiene su primera cita, estaba nerviosa y me mojaba solo de pensar estar de nuevo a solas con Mario y solo de pensar que me la metería por el culo, mi primera vez, me iba a desvirgar ese agujerito tan erótico y deseado por los hombres.  Mario llegó puntualmente, dejó el auto a unas dos calles de allí, luego entró por la parte posterior de la casa, rápidamente buscó mis labios y me dijo que me había extrañado, metió las manos debajo del minúsculo vestido que tenía puesto, y apretó mis nalgas.   Me cargó preguntándome donde estaba la recamara, yo lo fui guiando en sus brazos, entramos, me depósito en la cama y comenzó a desvestirse, al parecer estaba con muchas ganas de cogerme.  Se quedó en cueros, yo empecé a quitarme mi vestido, pero el me dijo que quería hacerlo, me quitó todito, quedamos en cueros los dos, hincados en la cama empezamos a besarnos de nueva cuenta, el acariciaba todo mi cuerpo. mis senos, que también lo mamaba, mis nalgas, me dedeaba la rajita, que ya estaba mojadita.  Me acostó y abriéndome las piernas me mamó la panochita, su lengua iba desde mi clítoris hasta el ojete de mi culito, haciéndome ...