1. Juego de universitarios


    Fecha: 10/09/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... gimnasio de la universidad yo ya me encontraba bañado en sudor a pesar de la camisa deportiva y fresca que tenía y de los short que me hacían ver unas pantorrillas gordas y con el vello necesario para que se aprecie bien el volumen que tienen. En lo particular yo tengo vello en todo mi cuerpo pero no soy el típico peludo que da asco, por momentos me rasuraba el pecho y el abdomen con el fin de no complicar la limpieza de mi cuerpo después de masturbarme y bañarme de semen, en otras ocasiones dejaba que me creciera, por alguna razón existían mujeres que amaban lamer mi cuerpo y acariciarlo cuando me lo dejaba. Esa tarde una de las chicas más promiscuas estaba esperándome lista para tener sexo desenfrenado, la llevé a mi casa y así sin bañarme y apestoso comencé a quitarle la ropa para practicarle el sexo oral que tanto me excitaba y proseguir a penetrarla, como todas las mujeres pasaban unos minutos quejándose por lo grande de mi pene pero después de masajear su clítoris se callaban y se dejaban embestir. Todas las mujeres deseaban practicarme sexo oral pero la mayoría no sabía hacerlo, entre los dientes que utilizaban y entre que al momento de mi excitación quería meterles hasta el fondo mi pene y ellas se apartaban enseguida ahogadas me terminé por ahorrar la decepción y evitaba que me la mamaran. Por alguna razón en el momento de penetrarla de pie cargándola entre mis brazos me pasó por la mente la imagen del chico morboso que me miraba en clases e imaginaba como lo ...
    ... penetraba por el culo con la misma posición, sus nalgas elevadas en el aire columpiándose y agarrándose de mis brazos para después penetrarlo y sentir como chocaba su cuerpo con mis huevos. Esa imagen en mi mente me excitó al punto de correrme tras una larga cogida y en la noche la fantasía seguía distrayéndome. Kevin El tercer día de clases había llegado y yo ya había declarado oficialmente que la motivación de asistir era poder apreciar el cuerpo de aquel chico y desear con fervor lamer aquel bulto que se acariciaba cada oportunidad que tenía. Llegó un punto donde con solo entrar y sin que nos miráramos, mi corazón ya estaba latiendo como desesperado, una maldita conducta inconsciente que sentía que me delataba. Estaba seguro de reprobar esta materia por la atención nula que le tenía y decidido a cursarla nuevamente al salir del salón siento como me toman con fuerza y brusquedad del brazo y al voltear para darme cuenta que era él mi corazón nuevamente me traiciona y mi respiración se acelera. -¿Cómo te llamas? Me pregunta con su voz gruesa, por un momento temí que me fuera amenazar con golpearme si lo seguía observando de esa manera. -Kevin. Mencioné con la voz entrecortada. -¿Quieres que nos veamos en la tarde? Al escuchar esas palabras, ni los nervios, ni el excesivo horario que tenía por las tardes en la universidad me evitaron el aceptar la propuesta. Por alguna extraña razón me pidió que nos viéramos afuera del gimnasio a la hora en que terminara su entrenamiento y yo ...
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