1. El obrero


    Fecha: 03/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy una mujer de edad madura, me encanta el sexo, no puedo estar un solo dia sin pensar en el sexo, me masturbo a diario. Me gustaria que mi marido me hiciera el amor varias veces, nunca quedo completamente satisfecha. Me encanta que él se corra dentro de mi, yo nunca me lavo su leche y me gusta sentirla en la mañana cuando llego al trabajo. Me encanta provocar a los hombre, me gusta que me deseen, pero soy muy tímida, así que sólo una vez vivi una experiencia muy excitante, como siempre habia soñado, pero yo en apariencia y en mi comportamiento soy una señora muy seria. Me muero por ser cogida por dos tipos al mismo tiempo, con unas pingas grandísimas, yo le he manifestado este deseo a mi marido, pero a pesar de que él es bien perverso y antes de estar conmigo vivió muchas orgías y tuvo muchas aventuras sexuales, que me ha contado y que me excitan mucho, pero nuna ha querido llegar a hacer realidad y permitir que otro hombre disfrute con nosotros. Así que eso todavia lo quiero vivir, y aun tengo esperanzas.
    
    Lo que me pasó hace poco tiempo, fue estando recién mudada a un nuevo apartamento un pent-house y encontrandome desempleada, me pasaba casi todo el dia viendo peliculas porno en la tele del salon. Ya la conserje nos habia avisado que estaban pintando la fachada del edificio y había obreros que subían a la platabanda para desde alli ir bajando con los andamios. Yo me encontraba muy emocionada viendo en la pantalla como a una chica sólo con medias de las que llegan hasta ...
    ... medio muslo, estaba en cuatro patas en un sofá, un hombre delante de ella le agarraba las dos nalgas abriéndoselas, y otro colocado detrás de ella le metía dos dedos en la cuca y uno en el hueco del culo, esto me tenía excitadísima así que yo me estaba masturbando durísimo, cuando empecé a oir varias veces como si unas piedritas golpeaban al vidrio de la ventana detrás de mi, así que al ratito me volteo, y efectivamente en el piso de arriba pero hacia atrás, estaba un obrero con una vista perfecta y amplia de todo el salón, y me estaba observando, era joven, tenía bigotes y los ojos claros, y me empezó a hacer gestos diciendome :
    
    -dame a mi .
    
    Me quedé paralizada de la impresión, no estaba preparada para algo así, pensé que se iria, pero, al contrario, bajó trepando peligrosamente hasta que llegó a mi ventana apoyado en una columna y me dijo:
    
    -señora, qué suerte la mía, yo la he estado viendo todos estos días, y usted me gusta mucho, y vea que el destino me puso aquí para que pudiera acercarme a Usted
    
    yo le contesté: - Mira muchacho, hazme el favor y vete de aquí, yaa!,
    
    el contestó: -Señora a usted no le gustaría sentir otra cosa?
    
    yyo no sabía a qué se refería, no esta aún segura si él me habia visto marturbándome o no, ya que yo estaba vestida con una blusa descotada y un Jeans talle bajo, pero lo tenia un poco bajado y abierto para meterme la mano, ai que yo le contesté:
    
    - De qué estás hablando?, pero yo no me atrevía ni a mirarlo, y me dijo:
    
    - Bueno ...
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