1. Cómo me di cuenta de que me gustan los hombres.


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Masturbación Autor: richy88, Fuente: SexoSinTabues

    Hola a todos, me llamo Miguel pero todos me dicen Mike, y quiero contarles la historia de cómo me di cuenta de que me gustan los hombres y mi primer experiencia sexual. Fue en el verano de 1999, y yo tenía sólo 11 años. Vivo en una ciudad al norte de México, que está pegada a la frontera con un pueblo de los Estados Unidos. La naturaleza de las ciudades como estas es que no tienen una identidad cultural auténtica (ustedes lectores que viven en frontera sabrán a qué me refiero), un ejemplo es que mientras los adultos viven siguiendo el viejo pensamiento religioso y conservador, los jóvenes representamos el pensamiento progresista del país vecino (EE. UU. ). Fue en este ambiente en el que crecí, mis padres me educaron durante mi infancia conservadoramente, y al llegar a la pubertad el tema del sexo era algo plenamente desconocido para mí. Recuerdo que un día mi mamá fue a limpiar la casa de una tía que se encontraba muy enferma, y por ser vacaciones yo no tenía nada que hacer, así que la acompañé. Al llegar, entramos y encontramos a mi tía bajando las escaleras, a paso difícil y con una expresión convaleciente en el rostro. Nos saludó de lejos y se sentó en el comedor. - ¿Ya comiste algo? – le preguntó mi madre. - No, hace rato me desperté pero no tenía ánimos de bajar, nomás vine por mis pastillas. - Bueno, haré algo de desayunar – mi madre revisó el refrigerador y vio que no había suficiente para hacer desayuno – válgame, hay que ir a la tienda, ¿y el Rogelio? - Está arriba ...
    ... en su cuarto, estos días se está levantando tarde, ha de seguir dormido. Ve a levantarlo Mike, y dile que yo digo que vaya a la tienda a comprar unos huevos y unas tortillas – me dijo mi tía, así que fui al cuarto de Rogelio. Rogelio era mi primo, en aquel entonces un adolescente de 16 años. Siempre que lo veía me entraba el deseo de ser como él, no sé por qué, tal vez porque para mí ya era todo un hombre, y yo aspiraba a eso. Alto, cabello negro y largo al estilo Harry Potter y el Cáliz de Fuego, ojos grandes, nariz derechita, boca delgada y rosita, sería blanco de no ser porque le encanta el futbol, por lo que trae un bronceado permanente. Estaba a punto de verlo con otros ojos. Al llegar a su puerta, por mi ingenuidad abrí la puerta sin tocar, y lo que vi se me quedó grabado en la retina. Aun hoy en día me persigue. Al abrir la puerta lo veo acostado boca arriba en su cama, con los ojos cerrados y una expresión de concentración. La luz entraba poéticamente por la ventana y lo cubría y hacía lucir su piel en extremo suave porque no traía camiseta. La cobija lo cubría hasta un poco arriba del ombligo, y por la luz sus pectorales lucían hermosos, sus pezones rosas hacían un poco de sombra. Y por debajo de la cobija algo se movía de arriba abajo, con un ritmo perfecto y continuo. Naturalmente no tenía idea de que se estaba masturbando, ni siquiera que se trataba de algo sexual, pero había algo en la escena que estaba viendo que me electrizaba y despertaba algo muy profundo de ...
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