1. Mi sobrino David


    Fecha: 28/07/2017, Categorías: Confesiones Autor: Inmaculeada, Fuente: CuentoRelatos

    ... familiar y lo despedí el lunes camino del piso que sería a partir de esas fechas su hogar mientras estudiara en Granada. No obstante, le ofrecí que pasase cuando quisiera a comer o pasar el fin de semana. No tenía más que avisarme con un par de días para que lo organizara todo. Y así pasaron los primeros días que agradecí mucho pues noté cierta tensión sexual y cómo mi vida giraba en una dirección equivocada. Vino bien distanciarse pues él también debería empezar a pensar en sus estudios.
    
    Tres semanas después, un jueves me llamaba y quedábamos que vendría el sábado por la mañana a pasar el finde. Llegó a casa y lo noté algo cambiado, me pareció más enérgico y decidido en su forma de hablar. Lo achaqué a su nueva forma de vida y convivencia con sus amigos. Al llegar la noche y después de cenar, nos encontrábamos en el sofá y viendo los capítulos repetidos de una serie que me encanta, Los Tudor. En una escena tórrida, una dama de la reina bajaba hasta la entrepierna del rey y movía rítmicamente su cabeza arriba y abajo, señal de la mamada que estaba realizando para, tras cambiar de posición y plano, Enrique VIII embestía y se follaba a la mujer de forma bastante lasciva con sus cuerpos desnudos y donde lo único que faltaba era ver de forma explícita sus sexos. Mis pezones crujían bajo mi camiseta y noté como de reojo me miraba las piernas y la dureza creciente de mis tetas. Aproveché la escena y adiviné como se cruzaba de piernas otra vez, a lo que le indiqué que si quería ...
    ... podía cambiar de canal, cosa que negó. Intenté quitar hierro y le saqué conversación sobre las novias que había tenido y me quedé muerta cuando le oí que ninguna era tan bonita como yo y que, ojalá, alguna hubiese follado como la actriz de la película. Le eché coraje y entré en su conversación en unos términos más explícitos:
    
    —Así que te parezco bonita?
    
    —Bonita no, preciosa. Me gustas mucho y el primer fin de semana sólo verte me puso enfermo...
    
    —Me pareció que te la puse dura al salir del cuarto pues cruzaste las piernas como ahora mientras veías la serie...
    
    —Es que ahora mientras veía la serie imaginaba que te montaba como lo hacían ellos... Se me puso como un ladrillo y luego...
    
    —…Y luego te masturbas en tu cuarto como el primer fin de semana que estuviste aquí, verdad?
    
    Se puso entonces como un tomate. Le cogí la mano y le hablé suave para que no se preocupara, era normal a su edad masturbarse y más teniendo en cuenta el mucho tiempo que llevaba sin sexo...
    
    —Incluso yo debo recurrir a ello de vez en cuando. Tu tío me dejó sola hace demasiado tiempo y muchas noches son interminables.
    
    Sus piernas se descruzaron y un paquete enorme quedó al descubierto. Su pantalón corto de dormir parecía una tienda de campaña donde algo muy grande lo izaba al techo. Sin cortarse guio mi mano hasta su polla y la posó sobre aquel tremendo bulto...
    
    —Pues tita, si quieres, algunas noches podría tener un final más bonito y dulce...
    
    Me quedé muerta. Mi mano, sin darme ...