1. Lili


    Fecha: 28/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeñas tetas. Se metía entre sus piernas y comenzaba a lamer su pequeño chochito. Susurró:
    
    —Te voy a hacer correr, preciosa.
    
    Quien iba a hacer correr a Lili, era Manuel, que arrodillado en la alfombra del salón le comía el chochito. Estaba tan caliente que ya no le importaba que lo descubriera su esposa. Lili, le dijo:
    
    —Despacito, despacito, que me viene con más fuerza.
    
    Manuel, la folló despacito.
    
    En la habitación, Marta, a punto de correrse, susurró:
    
    —Dámela, dámela, dámela, bonita.
    
    Marta, se imaginó que la sobrina de su marido se corría en su boca, y se corrió ella. Cinco squirst salieron de su coño y empaparon la sábana blanca, y dulces gemidos, callados, acompañaron sus sacudidas de placer.
    
    En la sala, le susurraba Lili a Antonio:
    
    —Me corro, tío, me corro.
    
    Manuel, al mojarle Lili la cara con sus flujos, se excitó tanto, que agarró su polla, la meneó y se corrió con ella.
    
    No se dieron un respiro.
    
    Marta, ahora, acariciando sus tetas, se comenzó a imaginar que su marido se follaba a la sobrina. Estaban en el sillón. Lili, estaba sentada sobre la polla de su marido, de espaldas a él, y mirando para ella, que estaba sentada en otro sillón, y enfrente de ellos, se masturbaba.
    
    En el salón, y mirando y besando a Manuel, que le chupaba las tetas Lili, comenzó a meter la polla de su tío en su pequeño chochito. Le costó meterla, pero después de meter la punta de la polla, con el placer que sentía, empezó a comer a besos a su tío. Cabalgando hacia su segundo orgasmo, y sintiendo que a Manuel le iba a venir, le dijo:
    
    —No te corras dentro, tío, no te corras dentro.
    
    Pero Lili, al tiempo que le decía su tío que no se corriera dentro, se empezó a correr ella...
    
    —¡No la quites, tío, no la quites! ¡¡Sigue, sigue!! ¡¡¡Me corro!!!
    
    Manuel, se corrió dentro de su sobrina. Los gritos de Lili, se oían en la calle. Marta, al oírlos, se corrió como una loca y...
    
    Fin de la primera parte.
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