1. El Despacho III


    Fecha: 16/08/2022, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Arfridio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ….
    Sonó el despertador, me giré hacia el lado de la cama, donde dormías en el suelo, y estuve un rato viéndote. Jamás pensé, que tú, estuvieras así, y que te entregaras de esa manera a tu Amo. 
    Bajándome de la cama, me coloqué junto a ti, te solté las manos de los tobillos y las pinzas de tus pezones. Empecé a acariciar tu pelo, tu espalda, a la vez que te la besaba. Lentamente te fuiste despertando, noté como aquello te gustaba, me miraste, y por tu mirada, sensual y dulce, pude ver que te sentías feliz. De pronto, algo se te pasó por la cabeza, y quisiste levantarte rápidamente. El collar y la cadena, impidieron que lo hicieses.
    -	Tranquila, aún hay tiempo para la reunión. Te dije mientras te sujeté por los hombros. 
    Me senté al borde de la cama y te indiqué que adoptaras la posición de inicio.
    -	Mi zorra (como me gustaba llamarte así), ahora harás a tu amo una paja solamente con tu boca. Quiero ver tus chorros de saliva en mi polla y mis huevos. Me harás correrme solamente con ellas. Pero antes, colócate esto que te define como lo que eres. Y le entregué su plug.
    Poco a poco, mi polla se fue poniendo erecta y dura, mis huevos se fueron empapando con la saliva que iba cayendo. Notaba, como tu nariz se presionaba junto a mi pubis, jugabas con la saliva cuando te retirabas y lamías mis huevos. Fuiste aumentando el ritmo hasta que apunto de correrme, te dije:
    -	Abre tu boca y muéstrame tu lengua, vas a tener el primer desayuno del día.
    Con tu mirada puesta sobre mis ...
    ... ojos, puse mi polla en tu lengua y me corrí.
    -	Tenlo en tu boca sin que se caiga ni una sola, juega con ello y muéstramelo. Te arrepentirás si se desperdicia lo más mínimo.
    Pude ver como la cantidad de líquido iba en aumento, y empezaba a llenar tu boca (momento que también inmortalicé)
    -	Ahora trágatelo, zorra
    Cuando lo hiciste, volviste a abrir tu boca mostrándome que estaba vacía y limpia.
    -	Ahora limpia la polla de tu amo, déjala brillante como debes saber hacerlo.
    Después de aquello, te di la orden de que te vistieses. Antes de salir por la puerta, te cogí de tus nalgas y agarrándote por el pelo, acerqué tu oído a mi boca y te susurré:
    -	Nos vemos en el despacho de tu marido en dos horas.
    Te besé y te eché de mi casa cerrando la puerta a tus espaldas sin tiempo para que me dijeses nada. 
    Cuando llegué allí, estabais enfrascados los dos con vuestras eternas discusiones y a gritos, no sé por qué ni por cual razón, pero cuando te giraste y me viste, el silencio se apoderó de ti.
    -	¡Ni que hubiese entrado Dios en la habitación! exclamó tu marido. Válgame los siete males de la Tierra, ¿Cómo haces para que se calle? Un día de estos tendrás que enseñarme a mí también. ¡Venga! muéstraselo a él a ver qué opina.
    No sabía muy bien a lo que se refería, así que preferí no mostrar ninguna muestra de nerviosismo de ningún tipo, estaba a punto de descubrirlo. Me miraste y me dijiste:
    -	¿Te vas a quedar ahí parado toda la mañana? Tú también eres participe de esto, acércate a ...
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