LA RECEPCIONISTA Y EL GUARDA - Relatos Eróticos

LA RECEPCIONISTA Y EL GUARDA

LA RECEPCIONISTA Y EL GUARDA

Eran las 9 de la mañana y me encontraba en la casa que habíamos rentado con un compañero de trabajo, Salinas su apellido. La casa era de dos plantas, la dueña vivia en la segunda planta mientras que nosotros habitabamos la primera la cual tenia cuatro habitaciones y la cocina que compartiamos con Salinas. Decidimos ir al poblado para comprar algo para preparar el almuerzo pues yo recibia turno a las 2 de la tarde. En el parque nos encontramos con una compañera de trabajo su nombre “MADELEIN” como las galletas francesas. Trabajaba como recepcionista a mi parecer tenia buen cuerpo, aunque un poco bajita de estatura cabello negro lacio que le llegaba hasta la mitad de la espalda, sus ojos grandes de color miel, pestañas abundantes, de tez blanca, labios delgados con un color natural exquisito. Según mis compañeros quines dijeron algun dia no tenia nada de culito pues no se sabia donde terminaba la espalda y empeza el culo. (tiene mas culo una tabla) y creo que tienen razon, pero asi me gustaba a mi. Era alegre y descomplicada , bastante extrovertida, no le daba vergüenza hablar de cualquier tema en frente de un hombre incluso de sexo. Al encontrarnos la invitamos a tomar un café y nos dirigimos al mas cercano. Alli mi compañero pidio cerveza para todos, lo cual yo no queria pues tenia que trabajar en la tarde. Ella pidio una cerveza ligera. “Solo una cereza dije”…. Era ya medio dia y habiamos tomado bastante yo estaba mas que prendido asi que ...

... dije que me iba y compraria un pollo para comer en la casa antes de salir a trabajar. Madeleine me dijo que si la invitaba a comer pollo, le dije que me acompañara a comprarlo e iriamo a mi casa a comerlo alli junto con Salinas. Asi que nos fuimos primero los dos mientras salinas terminaba su cerveza y pagaba la cuenta que le correspondia. Madeleine y yo llegamos a mi casa en mi motocicleta, entrando al cuarto por la puerta que da a la calle junto con el pollo. Cerre la puerta mientras alistaba el pollo Madelein se recosto en la cama diciendo que estaba alo mareada por las cervezas. Me recoste a su lado diciendole que nunca me habia imaginado tenerla en mi cama. Acto seguido la bese, correspondiendo a mi beso sin pensarlo dos veces acaricie sus senos y desabroche el boton de su jean, bajando su cremallera dejando ver sus tangas de color azul celeste. Intento detener mi mano cuando la metia entre su tanga pero al segundo intento no se resistio dejando mi mano pasar sobre su bello pubico llegando hasta su intimidad. Mientras mis dedos conocían su clítoris. Yo besaba sus labios y con la otra mano acariciaba sus senos, levante su camisa y su sosten dejando al descubierto sus firmes y deliciosos senos a los que mi lengua no demoro en abordar con ligeros lenguetazos y chupetones. Arrodillado en la cama baje sus jeans quitando antes sus zapatos, quedando en solas tangas y con su camiseta levantada con sus senos expuestos a mi voluntad. Abri sus piernas a lo cual ella hizo rapidamente ...