1. Le fui infiel a mi marido con Don Agustín


    Fecha: 27/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ortiz, Fuente: CuentoRelatos

    Les empiezo contándoles que estoy casada ya hace 3 años, con Martin que es ingeniero industrial, trabajaba para una prestigiosa empresa multinacional y vivíamos en una buena urbanización de clase media alta, pero la empresa se tuvo que ir del país, y ahí fue donde empezó nuestros problemas.
    
    Tuvimos que vender nuestra casa para pagar la hipoteca y el carro también, y nos fuimos a vivir, a un barrio de clase media baja, yo a mis 30 años tuve que buscar trabajo, pero era difícil encontrarlo, nos mudamos a un edificio viejo, de apenas 50 metros cuadrados y lleno de personas mayores, me acuerdo que al llegar nos encontramos con Doña Adela y Don Agustín ella muy amable, pero él no me cayó muy bien desde el principio, su mirada era lujuriosa y atrevida, casi me desnuda cuando me vio.
    
    Así que empezamos nuestra nueva vida allí, menos mal que no teníamos hijos todavía, Martin consiguió un trabajo que apenas, podíamos pagar nuestras deudas, esa semana yo aburrida de estar todo el día en el apartamento, me decidí bajar a conocer el barrio, me dirijo hacia una pequeña bodeguita que visualice a lo lejos, no sin antes percatarme que en la acera de enfrente estaba Don Agustín con unos amigos tomándose unas cervezas.
    
    Al pasar por ahí empezó ese viejo baboso a decir piropos subidos de tono, y al principio me molestaron mucho, pero luego me subieron mi ego, al saber que esos viejos me estaban mirando, pervertidamente, compre unas cuantas cosas para el almuerzo y al salir, me llene de ...
    ... valor y cruce a la acera que estaban todos ellos, con un paso más lento, para que me pudieran apreciar más y deseando que me dijeran más piropos groseros.
    
    Al llegar donde estaban, veo que Don Agustín se para y se me acerca diciéndome vecinita que buenas nalgas se gasta usted, se ve que están duritas, como me gustaría mordéselas, y los otros que tetitas más ricas, así me gustan a mi chiquitas para poder chupárselas bien, esas cosas notaba que me excitaban mucho, y cuando llegue a mi casa note que esta mojada y excitada.
    
    Al día siguiente cuando mi esposo se fue al trabajo, me vestí para ir otra vez a la bodega a comprar, pero esta vez me puse una minifalda y una blusita escotada con tacones, y deseando que esos viejos estuvieran tomando otra vez en el mismo sitio
    
    Así fue ya los había visto, y de pronto siento mi corazón acelerado deseando oír lo que me dirían esta vez, así que camine por la misma acera donde estaban ellos.
    
    Al estar pasando junto a ellos ya, otra vez Don Agustín se paró otra vez y esta vez más atrevido se acercó a mi oído susurrándome, que rica estás mamacita como quisiera que fueras mi zorrita, para hacerte de todo y penetrarte con mi verga en todos tus agujeritos.
    
    Eso acelero más mi corazón, y estaba otra vez mojando mis bragas, cuando llegué a la casa lo primero que hice fue echarme una ducha de agua fría, para quitarme ese calentón que llevaba dentro de mí.
    
    Otro día cuando llegábamos mi marido y yo del supermercado cargados de bolsas, Don ...
«123»