La chica practicante - Relatos Eróticos

La chica practicante

... cachetero rosa y un bra rosa que escondía unos pechos muy grandes mis manos apenas las podían cobrar todas, redondas, firmes y con pezones pequeños y rosados, estaba que reventaba la despoje de su ropa y se había preparado, una vagina Virgen rasurada y rosada escurriendo me estaba esperando, no dude más y me la comí toda, ella solo se aferraba a las cobijas y gemía, le pedí que no se quitara los lentes y más gemía de placer, la senté y muy inexperta comenzó a tomar mi pene com sus manos delicadas, muy torpe pero dispuesta a aprender siguió todas mis indicaciones, se la metí en la boca y le dije que imaginara una paleta de hielo. Cuando chupas una paleta recoges las gotas antes de que se derrame y así me tuvo, me dejó una erecion extremadamente firme, no pude más y la puse en cuatro, era tan delgada que la pude manipular sin problema, la penetre en cuatro mientras su cara apuntaba a un gran espejo y le pedí que no dejase de mirarme mientras se lo hacía, mi miembro venoso en ese estrecho espacio me ponía como loco, costó mucho hasta que le entró todo y comenzó a salí con un poco de sangre, me contraía demasiado para no correrme pronto, cuando la entrada y salida fue más fácil la tomé con fuerza y la embestí fuerte míes tras gritaba y me veía mordiéndose los labios rosas y me decía ¿que más quiere que haga señor? La disfrute en muchas posiciones, le quitaba y le ponía su ropa a mi antojo, la puse de rodillas y le metí l verga en la boca mientras se tocaba los pechos, no quise ...

... terminar allí así que la puse de nuevo de rodillas y la hice pedirme que me corra en ella y así lo hizo mientras sonrojada me veia al espejo hasta que explote en su pequeño coño, tuve el tiempo suficiente para apreciar como le escurría mi semen por su blanco cuerpo, mi verga seguía tan venosa y erecta que la senté y la puse a mamar hasta que me corri en esos labios rosas. Le pedí tomar una pastilla de emergencia  y así lo hizo obedeciendo siempre. Seguido de eso y sabiendo que solo le quedaban un par de semanas no perdíamos el tiempo dentro de la oficina, me traía mis documentos y se alzaba la flauta mientras los ordenada yo tocaba sus piernas, nunca nadie sospechó nada en la empresa. Dos semanas después la seguí al baño y antes de que saliese la empuje adentro de nuevo, cerré con seguro y los dos temblábamos de los nervios de que alguien pudiese entrar, la puse de rodillas a hacerme un oral, en cuanto la tuve firme la levante y la puse frente al espejo del lavabo, le dije que me excitaba tanto levantarle la falda, baje sus calzones pequeños blancos de gatitos a media pierna y la folle duro mientras me miraba en el espejo, las ansias me dieron y comencé a embestirla fuerte para terminar pronto, escurría ella y gemía casi sin importarle qué nos escucharan, tenia las nalgas y las piernas escurriendo de tan exitada que estaba, se salió mi verga y en un movimiento sin intención la penetre por el año, ella se quedó pasmada y a la vez frunció el gesto por el dolor pero no se movió ...