Idilio amoroso con La supervisora - Relatos Eróticos

Idilio amoroso con La supervisora

... les acabo de explicar.
Al ver a Laurita salir de su casa wow!!!!.... me quedé asombrado, cambiaba mucho sin la ropa de trabajo.
Llevaba puesto un vestido falda a las rodillas, resaltaba su estatura (ella mide 1.75) muy bien con las zapatillas que llevaba puestas imponía!!, sus piernas torneadas se decoraban con unas medias transparentes.
El olor a chicle fue afrodisíaco para mi, y mi excitación y nerviosismo ere evidente. La velada salió al principio de lo normal.
Después de cenar paseamos por la ciudad de noche y luego la invité a bailar, sus caderas se movían deliciosamente al ritmo de la música salsa. Yo no soy buen bailarín pero creo que me defiendo.
Al principio no quería arruinar la velada proponiendo lo que cualquier wey haría. Pero se dio la oportunidad.
Rumbo a su casa tuve que frenar debido a que un tipo invade el carril donde yo iba. Gracias a un reflejo de supervivencia logré esquivar el coche, y me molesté, iba a reclamarle pero ella me detuvo argumentando que en mi casa me esperaban y que no era prudente arriesgarse a tener un altercado por culpa de un idiota.
Le contesté que en mi casa no me esperaban, ella sonriendo me miró tocándome en mi entrepierna me contestó que a ella tampoco. Eso fue luz verde para cambiar rumbo y entrar aun hotel que aunque no era de 5 estrellas estaba mejor que un motel de paso. Laurita no daba crédito a el lugar donde la había llevado. Una vez adentro me dijo que pensaba que me iba a llevar a un motel de paso, le contesté : ...

... Laurita tu no eres mujer para un motel...
al escuchar esto ella me beso y nos abrazamos, mis manos rodearon su cintura y bajaron poco a poco por sus caderas. Después mis manos todas temblorosas por el nerviosismo ante tal mujer se posaron sobre sus nalgas.
Que por encima del vestido las acaricié. Nos empezamos a desvestir le bajé su cierra al vestido cayó dejando al descubierto sus piernotas enfundadas por sus medias y un liguero negro.
La tanga y bra del mismo color indicó que le puso empeño a su atuendo ya que esperaba que termináramos en la cama.
Con la pura tanga y liguero y zapatillas se arrodillo enfrente de mi, bajo mi pantalón para liberar mi erección que de inmediato fue aprisionada por su experta boca, provocandome sacar un suspiro por la sensación que me producía.
No resistí más y la cargué a la cama para retirar su tanga para lamer su panocha que ya estaba muy mojada.
La penetré de misionero, ya que deseaba seguir besando y acariciando sus hermosas tetas 34 -c.
Después de un bombeo intenso logré sacarle un orgasmo. Más que coger estabamos en una entrega total.
Definitivamente ambos nos la merecíamos, bueno eso pienso yo.
El tiempo hizo su inevitable jugada de fastidiarnos la velada. Ya que la luz del día casi nos sorprende.
No deje pasar la oportunidad de deleitarme con su estupendo culo, al cogérmela de perrito.
Alcanzamos de inmediato el éxtasis, gimiendo grito que se venía.
Yo eyaculé afuera , y me recosté a un lado de ella que quedó boca  abajo ...