1. Relatos eróticos esposos cómplices cap 33


    Fecha: 24/06/2022, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... hermanos, eran unos negros gigantes que cuando mi señora se acercó a saludarlos parecía imposible creer que soportaría tal castigo. En un momento que estuvimos solos le pregunté si estaba segura, me dijo ,amor buen segura tal es así que la truza está mojadita.
    
    Mientras bajamos las cosas del auto, otros preparaban el desayuno y el hijo ya la tenía calata a mi señora, haciendo un 69 notando la desesperación de los dos. Luego la puso en posición de misionero y todos miramos el desenlace, mi señora roja como de vergüenza por qué todos la miraban, soltó su grito y lágrimas de siempre anunciando que ya lo tenía todo adentro y comenzaron los movimientos salvajes propios de su juventud y arrechura, en cinco minutos terminó dejándose echar a un lado siendo aplaudido por todos que le decían bebé. Se fueron a bañar y al sentarnos a la mesa hablamos en confianza como sería todo.
    
    Acordamos que solo el hijo y yo la culearemos y el resto solo probaría concha, por el tiempo y para no causarle algún daño, eso sería más adelante cuando ya esté familiarizada con los tamaños y grosores.
    
    Entre los cuatro acordaron que irían ocupándose con ella de menor a mayor en relación al tamaño de su pinga. El cuarto la tenía como la del hijo y calatos los dos se fueron a la cama,pero
    el quiso darle de perrito y aceptado mi señora en cuatro sufrió las embestidas del negro que metiéndole poco a poco manoseada sus tetas y su vientre, hasta que la apretó fuerte moviéndose a mil por hora y en dos ...
    ... minutos se vació, tirándose los dos a la cama. Descansaron un rato y se bañaron juntos, ella feliz dijo que podía seguir y el papá también hizo un 69 luego la puso de perrito y entre gemidos veía el cuerpito de mi señora empujado por atrás por semejante negro y entre gritos, jadeos y lágrimas le llenaron la concha de leche, al retirarse el negro le dió un beso con lengua y se fue a bañar. Mi señora me dijo que ahora más gozaba de lo que sufría por qué ya se amoldó a esos tamaños.
    
    Almorzamos y riéndonos hablamos de lo sucedido y de lo que viene, quedando que en la tarde lo harían los dos que faltan y en la noche el hijo la culearia para que duerma y mi señora y yo dormiríamos en una cama.
    
    Así fué el segundo más pingon era del tamaño del papá y el grosor del hijo.  Se paró frente a ella poniéndole la pinga en la boca durante quince minutos para luego abrirle las piernas y meterse con lengua en su conchita que la desesperó pidiendo que ya se lo meta, después de hacerla sufrir un rato en misionero le clavó la pinga y mi señora con sus gritos acostumbrados resistía el alojamiento hasta que casi al final le hundió todo de golpe y su grito fue desgarrador por qué éste era un nuevo tamaño y los dos se movieron salvajemente hasta que le dió su leche que al parecer era bastante, demoró en salir y al retirarse iba botando chorros de leche. Después del baño descansó un buen rato y el más pingon estaba desesperado.
    
    Tenía que apurarse por qué mi señora demoraría en alojar esa pinga que ...