1. Natalia 1. Por la ventana


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Jóvenes Autor: dnpaxbobo, Fuente: RelatosEróticos

    ... forma que mi trasero quedaba apoyado contra el cristal, a la vista de David.
    
    Yo seguía con el movil disimulando y mirando por el espejo cuando vi que mi observador cada vez movía mas rapido y mas ampliamente la mano por debajo del pantalón. Esto provocó que el estremecimiento de mi entrepierna se hiciera cada vez mas intenso y que empezara a notar mucho calor en esa zona.
    
    Animada por la sensación restregué mis glúteos por el cristal de forma que la falda subió aun mas dejando a la vista el tanga rojo que había comprado el día antes con Lara. El tanga estaba bastante húmedo pero pensé que el no podría verlo así que seguí restregándome hasta que prácticamente todo mi culo quedó al descubierto, presionado contra el cristal. En ese momento vi algo que me dejó paralizada: David se había bajado los pantalones y los calzoncillos y se frotaba sin ninguna inhibición el pene.
    
    Yo, paralizada como os he dicho, mientras fingía usar el móvil, fijé mi vista en el miembro de David: era enorme: muy grueso y bastante largo, y estaba tieso. Era mucho más grande y más bonito que el de mi padre, que había visto alguna vez por casa, y además no tenía ningún pelo.
    
    David no paraba de sacudírselo de arriba abajo mientras me miraba y yo, al contemplarlo, notaba un calor en mi vagina que nunca había sentido, este calor se apoderó de mi cuerpo ...
    ... y, sin que yo pudiera controlarlo, me hizo quitarme la camiseta quedándome en sujetador a la vista de David que , ante esto, empezó a machacarse el pene como si fuera un animal, y yo, que creía que me iba a desmayar de la excitación, baje mi mano izquierda por mi vientre y agarré mi tanga por la parte delantera (de forma que David no pudiera ver mi brazo, ya que lo tapaba mi cuerpo).
    
    Sin saber por que lo hice, tal vez por instinto, tiré del tanga por delante de forma que el hilo se me metió entre los labios vaginales, que en ese momento estaban empapados de un líquido que ya había comenzado a escurrirse entre mis muslos. Al hacer esto miré por el espejo a David y vi como empezó a expulsar por su pene una cantidad enorme de un líquido blanco que parecía leche, y a dejar la ventana totalmente cubierta de este. Yo, al ver esto y al sentir la presión del tanga en mi vulva, que se estaba derritiendo por el calor, sentí una explosión que se extendió por todo mi cuerpo y que me hizo perder por una fracción de segundo la consciencia.
    
    Después de esto, finji que me llamaban al móvil y me fui con él pegado en la oreja hacia el lado de la habitación que David no podía ver. Estaba avergonzadísima, y exhausta. Nunca había tenido un orgasmo y me había encantado, aunque en ese momento me sentía muy mal conmigo misma y con lo que había hecho. 
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