1. La curiosidad complació al gato III


    Fecha: 20/06/2022, Categorías: Bisexuales Tus Relatos Autor: AlanCDMX, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Hola:
    
    A pesar de que aún no encuentro la medida de pene que quiero, me he divertido un poco. El viernes pasado cuadré con un tipo de mi edad que estaba buscando un culito para cogérselo en su oficina. Resulta que era su último día ahí porque ya había terminado su proyecto y se quedó solo hasta tarde, así que decidió que quería aprovechar las instalaciones un poco más jaja.
    
    Después de la típica conversación de "¿qué buscas, cómo eres, etc.?", acordamos que lo visitaría en su oficina. La verdad me prendió el hecho de pensar que alguien me haría suyo en su escritorio, sala de juntas o recepción. Saber que me desnudarían por completo en un lugar público (vacío pero público), con el morbo de que hubiese cámaras de vigilancia o algo... Mi agujero ya andaba palpitando. 
    
    Durante dicha conversación me preguntó si usaba tangas, le respondí que sí y le pregunté si tenía alguna preferencia de color, me contestó que las tangas blancas lo prenden, así que me puse la que aparece en la foto, ¿me queda bien, tú qué opinas?
    
    Esa noche mi atuendo no fue nada especial, de hecho me puse unos pants para resaltar la tanga y facilitar su acceso a mis nalgas. Cuando hube llegado, me abrió la puerta y noté que le dio gusto recibirme. Me mostró la oficina, me indicó dónde había cámaras de vigilancia y me llevó a una sección donde no las había. Él se sentó en su silla detrás del escritorio y me acercó una a mí, me senté. Platicamos un rato para romper el hielo, después hizo un movimiento que ...
    ... me excitó totalmente: Salió del hueco de su escritorio y ya traía la verga de fuera y con tremenda erección. Su pene no era grande pero grueso, con capucha, misma que empezó a retraer repetidamente, no pude dejar de ver cómo descubría su glande brilloso de precum.
    
    Como la silla que me dio tenía ruedas, me acercó hacia él y puso sus manos en mis hombros, invitándome a bajar mi cabeza para engullirme su verga en la boca. Así lo hice y solo pude escuchar sus suspiros de placer. Ya le sabía salada por el precum que antes mencionó, pero no desagradable. Lo hice un buen rato, luego sin decir nada, levantó mi culo de la silla con un movimiento firme y me colocó a lado de él sin sacarme la verga de la boca, se notaba que era un movimiento que le gustaba hacer. Así mientras seguía mamándolo, me bajó los pantalones y se asomó a verme las nalgas, le encantaron, me dijo que estaban deliciosas y que la tanguita se me veía muy bien. Me nalgueó algunas veces antes de abrirme las nalgas y acariciarme el ano, primero suavemente y luego intentó meterme un dedo pero no pudo, así que tome su mano, le lamí el dedo medio de la mano derecha y le dije que lo volviera a intentar. Obedeció sin chistar y me ensartó el dedo, me hizo gemir levemente y empezó el mete-saca para luego intentar meterme dos dedos, lo logró con firmeza.
    
    Entonces sacó su verga de mi boca, me incorporó y aun sentado en su silla, me colocó de espaldas hacia él, quedándole mis nalgas justo a la altura de su cara. Me repitió ...
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