Anal doloroso a mi vecina, primera vez. - Relatos Eróticos

Anal doloroso a mi vecina, primera vez.

... seguía siendo virgen, llegamos a ese lugar, platicamos fajamos y ella fumó marihuana para sentirse tranquila, todo pasó relax y ni sintió dolor de la primera vez que la penetré, estaba tan drogada que ni sintió cuando se rompió si himen, ni cuando la penetré analmente y eso que fue duro, al final cuando se le pasó el efecto de la droga ese día, volvimos a nuestras casas y también quedamos de repetir, pues le había gustado según yo, por estar bajo la influencia de la droga, cabe decir que de la primera vez no le puse las medias que le había comprado. así que en el segundo encuentro ya desvirgada y gustosa de la experiencia anterior, pues nuevamente nos vimos ahí donde tenía mi lugar, y empezó todo, comencé primero besándola y recorriendo mis manos con su cuerpo, le quité la ropa que traía en ese momento, y cómo traía ropa ordinaría y yo el liguero de la vez pasada, la desnudé y le obligué a ponerse el liguero, se lo puso, se veía sexy, así que me puse tras de ella, empecé a besarla, pasarle las manos, y cuando la sentí excitada, la puse en 4 frente al sillón, y empecé a penetrarla por la vagina, ella gemía, disfrutaba, y sentía rico, y yo disfrutando de la vista con el liguero puesto, le metí las manos debajo de las medias sintiendo sus piernas y la licra de el liguero que eso me excita muchisimo, cuando después de un momento, alcancé con mi brazo y mano, la vaselina, y mientras yo seguía empujando y penetrando su vagina, con mi mano libre empecé a tomar vaselina y pasando ...

... mis dedos embarrados de vaselina por su ano, para lubricar a lo que ella no dijo nada y siguió disfrutando, una vez ya bien lubricado su ano, retiré mi pene de su vagina y empecé a penetrar su ano, al principio no hizo gesto alguno, pero a la mitad de la penetración, empezó a quejarse, yo seguí avanzando despacio y ella no hacía mayor gesto mas que quejarse un poco, 
entonces asumí que ella disfrutaba tanto como la vez que estaba drogada y de pronto todo cambió, le empezó a doler, me lo dijo pero yo por la excitación le dije " ya casi termino" y aguantó unos instantes hasta que empezó a decir " ya, ya, ya" y yo seguí empujando mi verga dentro de su cavidad anal, y de pronto soltó un grito de pelicula de terror diciendo "yaaaaaaaaaa" y haciendo un movimiento para que yo parara, pero yo estaba tan excitado y concentrado que solo me pegué más, la abracé muy fuerte, le tapé la boca con mis manos y seguí empujando duro y constante, ella quería parar, pero yo estaba muy excitado, así que no le di importancia, sentí sus lagrimas recorriendo mi mano que silenciaba su boca, hasta que me vine, y paré y le saqué la verga después de llenarle el recto de semen que al final le gustó, y aunque lloró por el dolor, después no se quejó, y me agradeció por semejante cogida, le quité las medias de las piernas, ella quería quedarselas y pues no, las sigo teniendo como trofeo y fetiche de aquella noche, que por cierto, desde entonces ya no supe más de ella, pero aún conservo su olor en el liguero ...