1. Espiando a mi hijo


    Fecha: 20/04/2024, Categorías: Masturbación Tus Relatos Autor: Yon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Que onda, me dicen Yon, tengo 42 años, aún me conservo bien, gracias a mi trabajo que es esfuerzo físico, soy moreno, cuerpo promedio, un poco alto, lo que voy a contar es acerca de mi hijo que tiene 23 años, es el alto, un poco delgado, hace regularmente ejercicio, se ve bien a su edad, yo me considero bisexual, aunque tuve a mi esposa, no vivimos juntos, pero mi hijo si vive conmigo porque se vino a Estados Unidos conmigo, llevamos buena relación, pero desde hace tiempo tenía la morbosidad de masturbarnos juntos, de hacer algún trío con alguna vieja o tal vez comernos un culo, pero hasta hasta ese momento no había ese acercamiento, nunca lo he visto desnudo, me obsesioné en leer relatos acerca de papá e hijo, me calienta y me pone bastante cachondo leerlos y saber todas esas cosas que nadie se imaginaría que pasaran, al menos que nadie ve, entonces lo que empecé a hacer fue espiar a mi hijo, sin que se diera cuenta puse una cámara en su cuarto, quería ver que hacía de la puerta para adentro, no podía quedarme con la puta idea. Antes de eso, mi hijo es varonil, siempre que estamos viendo la televisión juntos está sin camisa, le veo los pelos de las axilas, y más cuando levanta los brazos y me llega el olor a sobaco de macho, eso me pone caliente, ver como mi hijo se comporta como hombre, pero yo aun quería más. Cuando ya todo estaba listo, conecte la cámara a mi celular para ver en vivo cuando el ya estaba adentro, desde la primer noche que él se fue a su cuarto, ...
    ... empecé a observar y no mames, se acostó desnudo en su cama, yo estaba que reventaba del pito, me empezaba a babear, vi como empezó a sobarse la verga, las patas bien abiertas, gemía y decía palabras calientes, en ese instante yo empecé a hacer lo mismo, por fin pude ver el lado oscuro de mi hijo, la verga peluda, así como yo, mi hijo era todo un cachondo, yo empecé a masturbarme al mismo ritmo que él, así duró un buen rato hasta que se vino el cabrón, igual que yo al ver esa escena tan caliente y erótica, casi todos los días lo hacía; y yo me deleitaba, pero yo quería que todo cambiara entre el y yo, entonces cuando me bañaba no cerraba la puerta, y ya sin importar nada salía desnudo sin importar que me viera, y así pasaba, el cuando me veía solo me decía; heredé a ti la verga peluda apá!, y yo sonreía, pues yo ya sabía, de tal palo tal astilla. Viendo una vez más de las tantas por la cámara, vi como se cocía a un vato, quedé impresionado, mi hijo también le gustan los culos masculinos, y bien que se lo comía porque no dejaba de saborearlo, disfrute como nunca eso, pero yo no dije nada, quería que siguiera esa morbosidad, la confianza ha crecido mucho más que antes, la otra vez le propuse ver una porno, que hiciéramos eso juntos, padre e hijo, el si quiso, así empezamos con esas sesiones, nos masturbamos juntos, aún no indago en su sexualidad y el tampoco, pero supongo que tendrá que pasar, por ahora sigo disfrutando de espiarlo y de vernos desnudos todo el tiempo en casa. 
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