1. Mi tía, mi prima y la montaña (2): Conociendo a mi tía


    Fecha: 29/04/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    Los dos seguíamos de pies, en medio del pequeño claro del jardín con la luna en lo más alto del cielo como único foco de iluminación. Mi tía me volvió a besar, sus besos eran tremendamente seductores, sabía manejar la lengua y los labios como nadie que hubiera conocido. Seguía agarrada a mi polla sin dejar de restregarla por su raja.
    
    -Ufff, que dura la tienes todavía, joder!
    
    -Llevas mucho tiempo sin follar, tía?
    
    Le pregunté aunque la respuesta era obvia.
    
    -Demasiado sobrino! Hace tres meses que tu tío paso por casa y me echó un par de polvos de los que no dejan huella!
    
    Su lenguaje se iba modificando, y ahora parecía más una concentre colegas. Sus ganas de follar y la forma de decírmelo mantenían a mi mente en continua excitación, y sobre todo su voz, una voz profunda que manaba lujuria y deseo impregnando todo lo que nos rodeaba.
    
    -Y qué haces para consolarte?
    
    Le pregunté para seguir escuchando esa melodía que no dejaba que mi polla volviera a su letargo. Me volvió a besar, quizás para taparme la boca, pero sus besos solo hacían que excitarme más.
    
    -Eres bastante curioso, jejeje!
    
    Rio con suavidad al despegar sus labios.
    
    -Te iré contando cosas, pero no todas el primer día! Vamos a dormir, que ya es tarde y mañana tengo tarea. Tu puedes dormir hasta la hora que quieras, te lo has ganado!
    
    Dijo con su sonrisa cínica para acabar dándome un tierno beso en los labios.
    
    Nos fuimos a nuestras habitaciones, y dado el estado de mi polla, no tuve más ...
    ... remedio que hacerme una paja, eso sí, pensando en lo que me podía esperar el día siguiente.
    
    A media noche noté como rozaban mis labios, era Laura que me estaba besando.
    
    -Me voy a trabajar, primo! Pero estoy deseando volver para jugar contigo!
    
    Me había parecido un sueño, pues eran las cinco de la mañana, una hora que mi mente despierta no conocía. Me dormí de nuevo en apenas unos segundos, y cuando desperté ya había recorrido un buen camino el sol. Bajé a la cocina y allí estaba mi tía, con una bata corta y ligera preparando botes de tomate.
    
    -Buenos días!
    
    -Que tal has dormido en tu primera noche?
    
    -Uf, genial! Es una cama estupenda!
    
    -Me alegro, es bueno dormir bien! Ahí tienes tostadas, mantequilla y algo de café!
    
    -Gracias tía!
    
    Había bajado en bóxer y camiseta, la verdad es que pensaba que estaba en mi casa.
    
    -No me vas a dar un beso de buenos días? Me dijo antes de que me sentara.
    
    -Por supuesto tía, es lo mínimo que puedo hacer por tu deliciosa hospitalidad!
    
    Me acerque hasta ella y la rodeé por la cintura a la vez que ella se agarraba a mi cuello haciendo que sintiera sus tetas contra mi pecho. Nuestros labios se juntaron y las lenguas se buscaron. Sus besos eran deliciosos y lo disfruté como parte de un buen desayuno. Deslicé las manos hasta su culo y lo apreté con deseo contra mi cuerpo. Su boca me devoró haciendo que mi polla cogiera algo de consistencia.
    
    -Ummm, son los mejores buenos días que recibo desde hace tiempo!
    
    Dijo con lujuria ...
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